La incógnita que planea sobre la fusión entre Unicaja y Caja España-Duero (Ceiss) se ha acentuado aún más después de que el ministro de Economía ni siquiera se haya atrevido a citar cuáles serán las entidades parcialmente nacionalizadas del Grupo 2 (entre las que se encuentra Ceiss) ni cómo se llevará a cabo la entrada de capital. Todo dependerá de Bruselas y ni las entidades ni el Banco de España ni el Ministerio confirman ni desmienten nada hasta que el jueves Bruselas dictamine sobre los planes de reestructuración.
La entrada de capital público en Ceiss, mediante inyección directa y no a través de los bonos convertibles, convertirá al Estado en su principal accionista, aunque el volumen depende del dictamen del comisario Joaquín Almunia sobre los planes de reestructuración. La nacionalización parcial permitirá sanear la entidad, aunque en el caso de Ceiss, Guindos lo condicionó a su fusión con Unicaja.
Ayer el ministro no se quiso coger los dedos y en su comparecencia en el Congreso no habló de entidades ni de casos específicos, sólo vaguezas que nada aclaran el futuro ni de la entidad ni de la fusión.
Tras apuntar que las necesidades de reestructuración del grupo 2 (Ceiss, BMN -en la que se integra Caja Granada-, Liberbank y Caja 3) oscilarán entre los 1.500 y 2.000 millones de euros, sólo adelantó que “previsiblemente” el Estado tenga la mayoría en dos (una de ellas BMN) aunque “la valoración específica de estas entidades deberá hacerse de acuerdo a sus propias circunstancias”, sin especificar nada sobre fusiones o no.
Los planes de reestructuración -Ceiss ha pedido 600 millones, planteado el despido de mil trabajadores y el cierre de 250 oficinas- y la transferencia de activos al banco malo o Sareb serán básicas en este análisis.
Con esta incertidumbre, las fuentes financieras consultadas aseguran que el gran beneficiado de esta nacionalización parcial será Unicaja, puesto que será el Banco de España el que, a través del FROB, sanee la entidad tras asumir recortes de plantilla y sucursales. Si hay fusión, el porcentaje de Unicaja se elevaría hasta el 90% y, si no la hay, tendrá ventaja en una posible absorción. Quizás por un euro, como la del Banco de Valencia por CaixaBank.