Juerga de la primavera

Para hoy se prevé en Jaén una nueva fiesta de la primavera, convocada por los propios jóvenes mediante las redes sociales y tolerada por las administraciones preocupadas al máximo por evitar a toda costa los conflictos de orden público. En la última cita, la versión oficial de la concentración es que hubo “normalidad”, por tanto lo que conviene saber es qué entienden los responsables sobre este término y, sobre todo, cuál es la razón por la que todo el mundo esconde los datos reales en reuniones masivas de jóvenes, y que guardan relación sobre todo con problemas de la salud. Sólo se suele ofrecer, como una concesión informativa inocente, la basura que queda tras el macrobotellón, y el año pasado el día y la noche de juerga costó al Ayuntamiento más de 20.000 euros, que se dice pronto. Ya sabemos que en estas aglomeraciones hay mucha gente que no bebe y que solo va a divertirse, y nada hay que objetar a ello, como tampoco a que haya jóvenes que en el uso de su libertad quieran celebrar una fiesta con el alcohol como protagonista, conociendo sus consecuencias, sobre todo si como es el caso se hacen acompañar de campañas informativas de colectivos de lucha contra el alcoholismo. Lo que denunciamos a voz en grito es la cara más preocupante de estas convocatorias, el gravísimo problema creciente de la participación de menores, que nos debería sonrojar a todos como sociedad, empezando por sus propios padres. No estamos contra la fiesta de la primavera sino con que nadie ejerza la autoridad responsable ante los peligros de estas incontroladas macrofiestas.