El tiempo en: Aljarafe
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Adiós al más fiel mantenedor del espíritu de los cantes de Cádiz

Francisco del Río Moreno, presidente de la Cátedra de Flamencología de Cádiz

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Se nos fue de la forma mas inesperada, sorprendiéndonos a todos, como a él gustaba hacer para darnos gratas sorpresas. Ahora notaremos el vacío que se produce con su ausencia.
Juan Miguel Ramírez Sarabia, había nacido en la calle Botica el 7 de diciembre de 1.927, hijo del primer Chano Lobato, Sebastián José Ramírez Lobato, cantaor natural de San Fernando que murió cuando aun no tenía 40 años.
Nuestro Chano queda pues sin padre cuando aun no tenía 15 años, y comienza sus andanzas nocturnas arrimándose a Pericón, a Capinetti, a El Peste y otros artistas de esa época, como el padre del Piti, de los que aprendió lo que pudo. Tenía 20 años cuando se fue a Barcelona y poco después a Madrid, donde el Villa de Madrid cantó con el ballet de Alejandro Vega.
En 1953 obtuvo el segundo premio en el Concurso de Alegrías de Cádiz. En el 57, de nuevo en Madrid, canta en Pavillón, El Duende y Arcos de Cuchilleros. Luego, con Pastora Imperio y con Manuela Vargas recorrió varios paises, incorporándolo Antonio a su ballet hasta que se retiró.
En 1974, Chano Lobato obtiene el Premio Enrique El Mellizo en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba y a partir de ahí, comienza su claro ascenso artístico.
Muchos homenajes ha recibido Chano Lobato a lo largo de su vida, pero hay algunas situaciones singulares que merecen la pena destacarse. La actuación junto a Ramón Jarana en el ático del Anteojo, con motivo de las despedida del que fuera gobernador de Cádiz, Salvador Domínguez. La primera actuación flamenca en el Salón de Plenos de Cádiz, siendo alcalde Carlos Díaz; el intercambio de cantes con Manolo Caracol en el patio de Charol, en el barrio de Santa María. Todo eso, unido a su capacidad de adaptar cualquier éxito musical a unas bulerías o un tango de Cádiz, hacen de este artista, hoy desaparecido, un verdadero genio de la recreación del flamenco, sin alterar ningún canon de pureza.
Compás, rodeado de mucho arte y simpatía gaditana, nos queda de herencia flamenca de un artista que supo dar lo mejor de sí.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN