En el ecuador de la Semana Santa de Linares, cubre la tarde noche de Linares la estación de penitencia de La Hermandad de las Siete Palabras. Ahora es el Cristo de la Buena Muerte el que deja su vida sobre la cruz y sus costaleros muestran la otra cara de la vida de Jesús de Nazaret.
Desde la parroquia de San José, la Hermandad de los Estudiantes despliega sentimientos de respeto y devoción a un Cristo que ha llegado a su fin.
Este año uno de los estrenos de esta Hermandad ha sido su banda de cabecera que con sonidos de percusión, han iniciado un proyecto que irá tomando forma en los próximos años.
Nuestra Señora de la Consolación ha salido por primera vez a las calles de Linares, sus gentes han tenido la oportunidad de contemplarla en una jornada de esplendor y de penitencia.
La Hermandad de las Siete Palabras ha logrado poner un punto y seguido en la Semana Santa de Linares. Sus penitentes han sabido leer el significado de lo que mostraban a Linares y dejado una bella estampa para el recuerdo de su devoción a sus titulares.
En plena noche y con la parroquia de San José expectante y esperando con los brazos abiertos a sus cofrades, esta Hermandad cerraba su estación de penitencia con brillantez y con la satisfacción de haber mostrado su personal y distinguida forma de acompañar a sus titulares.
En ocasiones hay momentos en los que con pocas palabras, se pueden expresar los sentimientos, el pasado Miércoles Santo bastaron con Siete Palabras.
Vía Crucis de la Juventud
Desde la parroquia de San Agustín, la noche se hace penitencia con el propio madero. Un Cristo crucificado es suficiente para acompañarlo de forma masiva y derramar fe y penitencia junto a Él. Que gran reconocimiento hay que brindar a todos los que participan desde las filas en este vía Crucis anónimo y grandioso.
Muchos cofrades de Linares, no dudan año tras año llueva o no llueva en unirse a esta cita. Que gran respeto a la oración, a las estaciones que se recogen en el trayecto, que gran sentido de sentirse cristiano expresa el vía Crucis de Linares y sobre todo que importante es tener una Semana Santa donde caben todos los contrastes y todas las formas de expresar la fe.
Así es la Semana Santa de Linares, recoge un compendio de formas que se trasmiten en la calle y llegan directamente a los que la contemplan desde las aceras.
El vía Crucis debe de ser útil para todos los cristianos y cofrades de Linares para la meditación, para acercarlos a Dios, para dar gracias por el pan de cada día, para ser mejores, el vía Crucis debe de ser como el cáliz que bebió Jesús de Nazaret, aceptando la otra cara de la vida. Por eso durante las pocas horas que el vía Crucis transcurre por las calles de Linares, hay momentos a los que invita a la reflexión. El vía Crucis es el enlace que da paso a la pasión de Jesucristo del Jueves Santo y Viernes Santo. Es la crónica de lo que se disponen a vivir los cristianos en los próximos días y que hay que vivirlos desde la oración y de lo que realmente representa la pasión de jesucristo. El Jueves y Viernes Santo son días festivos, pero no precisamente para romper el verdadero significado de esos días.
Por eso el Vía Crucis se hace grande año tras año.