Según los noticiarios, hasta septiembre de 2014 más de 800 bomberos que el 11 de Septiembre de 2001 prestaron sus humanitarios servicios en las Torre Gemelas han fallecido víctimas de diversos cánceres. Se cree que aquel nefasto día estuvieron expuestos a misteriosas e intensas radiaciones. ¿Fueron derribadas las torres por sendos artefactos nucleares colocados en sus cimientos?
Las desaparecidas Torres Gemelas de Nueva York, diseñadas en 1962 por el arquitecto japonés Minoru Yamasaki, fueron sólidamente construidas sobre unos cimientos de treinta metros de profundidad distribuidos en siete niveles. La Torre Sur comenzó a construirse en 1966 y la Norte en 1974. Ambas alcanzaban los 410 metros de altura y estaban diseñadas a prueba de huracanes, terremotos y accidentales impactos de aviones. Los dos gigantescos edificios estaban preparados para soportar el más voraz de los fuegos, como ocurrió en febrero de 1975, cuando se declaró en la planta 11 de una de las torres un incendio que duró varias horas. Parte de los 48 pilares de acero que reforzaban su interior estuvieron sometidos a elevadas temperaturas y ni siquiera fueron afectados. Exteriormente las torres estaban protegidas por 240 columnas de acero. Tres bloques conformaban cada edificio, cuyas separaciones eran visibles en las plantas 44 y 78. Los 99 ascensores de las torres alcanzaban velocidades de hasta 40 kilómetros/hora.
El primer atentado terrorista acaeció el 26 de febrero de 1993, cuando un coche bomba situado en la parte baja de los cimientos de la torre norte, con 680 kilogramos de explosivos, detonó en los cimientos de la torre norte. El objetivo era hacer caer una torre sobre la otra. La explosión, en la que seis personas murieron y más de mil resultaron heridas, abrió un agujero de 30 metros de profundidad y causó importantes daños en ese concreto edificio; pero, pese a lo aparatoso de la detonación, los pilares continuaron intactos. Nunca se supo quiénes fueron los autores del atentado. ¿Se trató de un furtivo ensayo de derribo que finalmente culminó con éxito en el 2001 por los mismos autores del atentado de 1993? ¿Tal vez un experimento bélico?
Aquel 11 de septiembre de 2001 se desvió la atención de la opinión pública a dos aviones que aparentemente penetraron en el interior de las torres, atravesando su estructura exterior de acero como si fuera mantequilla. Los expertos no se explican cómo pudo ocurrir tal cosa, cuando lo normal era que los aviones se estrellaran y explosionaran al chocar contra las duras columnas de acero que protegían los edificios. ¿Se trató de un montaje televisivo, previamente preparado? ¿Cómo pudo el queroseno de las aeronaves fundir o siquiera calentar al rojo vivo la mínima parte de los 48 pilares de acero interiores, si para ello se precisan temperaturas de más de 1.400 grados durante horas y el queroseno no alcanza los 800 grados en los primeros momentos?
Los peritos en demoliciones de edificios aseguran que no es posible que las Torres Gemelas hayan caído sin más por el simple impacto de unos aviones en las partes superiores de los rascacielos, lo cual sería como la picadura de un mosquito en la cabeza de un buey. Consideran que para que unas moles de la envergadura de las Torres Gemelas se hayan venido al suelo han tenido que ser precisas varias toneladas de cargas explosivas justamente en sus cimientos, lo cual supone largo tiempo de preparación. O tal vez hubiera bastado con un par de potentes artefactos nucleares. ¿Fueron las Torres Gemelas víctimas de sendas pruebas con bombas atómicas? ¿Fue por eso que tantos bomberos que ayudaban en la extinción de incendios y labores de socorro fueron contaminados radiactivamente, aparte de los centenares de ellos que murieron al sorprenderles el derribo dentro de los edificios?
El Cuerpo de Bomberos de Nueva York presenta pruebas de que las Torres Gemelas no se hundieron por el impacto de los aviones, sino porque se hicieron detonar en sus cimientos poderosos y desconocidos explosivos. Esa fue la razón de que los 30 metros del espacio de los cimientos presentaran el aspecto de bañeras de acero fundido. ¿Qué tipo de explosivo pudo haber ocasionado tan insólita destrucción? ¿Se probaron aquí nuevas armas de destrucción masiva? ¿Por qué, apenas enfriadas, fueron retiradas con suma urgencia y sacadas fuera del país las 200.000 toneladas de acero almacenadas en los cimientos, sin esperar a que una investigación oficial las analizara?
Los bomberos grabaron sus tareas en la torre norte. En una parte de la grabación se les oye comentar que el fuego estaba controlado y que en cuestión de horas se extinguiría definitivamente. De pronto, contra toda lógica, el edificio sucumbió, causando la muerte de los bomberos y de unas mil personas que, procedentes de plantas altas, bajaban raudamente escaleras abajo para ponerse a salvo del incendio. Poco después, también misteriosamente, se hundía la torre sur. Tras sus declaraciones los bomberos fueron obligados a guardar silencio, bajo pena de perder sus puestos de trabajo.
Centenares de testigos declararon que oyeron pavorosas detonaciones procedentes del subsuelo y no de las plantas donde habían impactado los aviones. Estas extrañas detonaciones fueron recogidas por los sismógrafos, que registraron violentas explosiones subterráneas, cuyas ondas diferían de los naturales movimientos sísmicos. Inexplicablemente se han extraviado los rollos que contenían tales registros. Pero la parte más hermética del asunto está en que el acero comienza a fundirse a partir de los 1.400 grados centígrados y el queroseno de los aviones a duras penas alcanza los 800 grados, ¿qué fue lo que exactamente provocó la completa fusión de las toneladas de acero que protegían la estructura de las Torre Gemelas?