¿Vivirías en la casa en la que Hitler pasó su infancia? Esta mansión de casi 800 metros cuadrados, tres plantas, numerosas ventanas y situada en Braunau am Inn, una pequeña ciudad austriaca, no encuentra inquilinos.
La propietaria del histórico inmueble, cuya identidad se desconoce, lo alquila por más de 4.600 euros mensuales al Ministerio del Interior austriaco. A su vez, el propio Ministerio lo subarrenda para sufragar estos gastos, que están suponiendo un problema para las arcas públicas.
Sin embargo, a la hora de subarrendar esta propiedad, el Ministerio del Interior debe contar con la aprobación de la dueña que, recientemente, vetó la proposición de crear un centro de lectura para adultos por razones que no han trascendido.
Desde 1972 hasta 2011, el Ministerio ha conseguido subarrendar la vivienda a organismos tan dispares como un instituto técnico o como una organización para la rehabilitación de niños con problemas mentales. Sin embargo, ahora se encuentra vacía.
Para salir de esta situación, el Ministerio del Interior se ha puesto en contacto con el resto de ministerios del país para discutir soluciones y negociar un posible subarriendo, al tiempo que espera una respuesta para finales de este año.
Con este movimiento también se intenta evitar que la vivienda que vio crecer al dictador pueda ser utilizada como punto de encuentro para sus simpatizantes o grupos fascistas y neonazis.
Braunau am Inn
UNA ADVERTENCIA GUARDA LA ENTRADA
En la misma puerta de la casa, se puede ver una piedra que se erije en protesta del nazismo y que fue traída desde el campo de concentración de Mauthausen. En ella se puede leer la siguiente inscripción: "Für Frieden, Freiheit und Demokratie. Nie wieder Faschismus. Millionen Tote mahnen" (Por la paz, la libertad y la democracia. Nunca más el fascismo. Millones de muertos nos advierten).