Carnaval en Cádiz. Las tres grandes citas gastronómicas que se han tenido lugar este fin de semana han servido, un año más, para dar el pistoletazo de salida a la gran fiesta gaditana, que empezará a vivirse a partir del próximo viernes, cuando dé comienzo una nueva edición del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas.
Ha sido un fin de semana intenso, muy agradable con respecto al tiempo, lo que propició que mucha gente se echase a la calle. En plena cuesta de enero se trata de una cita apetecible, ya que no es necesario gastar mucho. Con un paquete de patatas fritas y algunas litronas de cerveza se puede pasar el día, y eso es precisamente lo que ha abundado hoy en la XXXV edición de la erizada, que tuvo lugar a partir de las 13 horas en el barrio de La Viña. Rincones como la calle de la Palma o el Corralón de los Carros se llenaron de público deseoso de escuchar las primeras coplas cantadas por algunas agrupaciones carnavalescas.
A la misma hora, pero en la plaza de San Antonio, se celebró la XXVIIII edición de la Ostionada, evento organizado por la Peña el Molino y en el que se repartieron 700 kilos de ostiones y 200 kilos de pimientos aliñados regados con vino y cerveza procedentes de los 110 barriles que la organización dispuso para ello.
Pero la primera cita gastronómica fue ayer, con la XXVII Pestiñada Popular, que organiza la peña Los Dedócratas en la plaza de San Francisco; y en la que sonaron las primeras coplas del año, aunque cada año cuesta más convencer a los grupos para que suban a estos tablaos, ya que, sobre todo los grupos con nombre, prefieren reservar sus letras para el concurso.
Los gaditanos están ávidos de Carnaval y la prueba más evidente es que una vez más han volado las entradas para el concurso, si bien es cierto que el interés que despierta la fiesta fuera de nuestras fronteras va creciendo y conseguir una entrada para el Falla se ha convertido en una batalla que no todo el mundo está dipuesto a librar.