Desde que la hermandad de Los Gitanos emitiera el afamado comunicado indicando que no aceptaba el plan trienal pactado por las hermandades de la Madrugada para buscar solución a los problemas horarios y de taponamiento de la jornada, se vienen desencadenando hechos que dejan constancia de la eterna dificultad de arreglar una jornada, que parece condenada a la imposición. Uno de ellos ha sido la dimisión del delegado de la jornada Francisco Vázquez Perea.
Así, en palabras del propio exdelegado en El Programa de Ondaluz Sevilla del pasado martes, la dimisión de éste viene marcada por “un acto de responsabilidad, para encontrar la solución más rápida al asunto, antes de la Semana Santa” y con ya pocas alternativas “puesto que no tengo plan B”.
Sin embargo, las palabras del delegado de la Madrugada en las que indicaba que el día había planeado todo este plan trienal de variaciones de recorridos en un marco horario de “20 minutos por delante y 30 minutos por detrás” se truncó en el último momento dando lugar a las reticencias luego vistas, sobre todo la de la hermandad de Los Gitanos, ya afectada por el retraso de la jornada.
Apareció en escena otro problema que ya se vislumbraba, el Jueves Santo y la negativa del grueso de hermanos mayores de esta jornada a que la Madrugada se acercase al Jueves Santo por delante creando la presión de los tiempos entre dos jornadas que recortaría su margen horario, ya de por si escueto.
Y según ha podido conocer este portal cofrade, las hermandades de la Madrugada, que ya habían completado cambios y variaciones de recorrido dentro de un marco horario, ya no era tal por la presión del Jueves Santo a que no se adelantara la entrada del Silencio en Campana. Esto es lo que motivó la negativa en el último instante de la hermandad de Los Gitanos ante un cambio del mapa horario que se había pactado de antemano y que se rompió a última hora. Su negativa y reclamación era que ante este panorama los hermanos mayores debían de sentarse de nuevo para negociar con el tiempo real que iban a tener tras los movimientos del Jueves Santo, puesto que entendían que esta nueva situación repercutiría aún más en el ya tardío horario de entrada en la carrera oficial. Además, la corporación que preside Pepe Moreno estimó e intentó mostrar ante el resto de corporaciones que el recorrido por el tramo de San Martín no presentaba las medidas de seguridad suficientes, entendiéndose que esta jornada acumula muchísimo público en las calles y que ese tramo céntrico podría suponer un riesgo ante el paso de la cofradía de Los Gitanos.
Una lucha por organizar una jornada que parece destinada a no ceder con sus protagonistas y cuya única solución, cada vez más, parece ser la de una decisión externa e impuesta ante la poca capacidad de que sus protagonistas lleguen a entenderse. El próximo martes se esperan novedades importantes.