Los trabajos en la salina Esperanza Chica no requieren evaluación de Impacto Ambiental
La zona está incluida en el listado de humedales Ramsar y acoge gran variedad de aves y peces
La secretaría de Estado de Cambio Climático, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino ha decidido no someter a evaluación de impacto ambiental el proyecto de mantenimiento y conservación de las salinas de Esperanza Chica y Esperanza Grande.
El objetivo de este proyecto incluye la reparación y conservación del entramado de muros, canales y compuertas. De manera que se pretende rebajar en 75 centímetros los ocho muros existentes, que separan las nueve naves de cristalizadores. El material extraído se utilizará para el refuerzo de los muros perimetrales y el resto se transportará a un vertedero autorizado.
Se van a limpiar los canales mediante la retirada de más de medio metro de altura de fangos, actuando sobre casi 2.270 metros de canales en el estero suroeste de la Esperanza Grande y 2.100 metros sobre los canales de alimentación y los calentadores de la Esperanza Chica.
Una parte del volumen de fango extraído se utilizará para el refuerzo de los muros de los canales. Se van a limpiar también los tajos de las naves de los cristalizadores en la Esperanza Chica dejando un carril central para el acceso de la maquinaria.
Otra de las actuaciones que se va a llevar a cabo es el acondicionamiento de muros, escollera y compuertas. En ese sentido, se va a proceder a la demolición y a la construcción de una nueva compuerta de alimentación al suroeste de la salina La Esperanza Grande. Se acondicionarán los muros perimetrales, incluyendo su elevación y refuerzo, el ensanche para paso de vehículos y la colocación de una escollera de piedra procedente de una cantera para la protección del influjo de las mareas.
Se va a colocar un marco de hormigón armado para el paso de vehículos por el muro perimetral de la salina, y se colocarán otras compuertas de madera en puntos estratégicos para el manejo hidrológico de la salina.
Por último, el proyecto prevé la construcción de un cerramiento a base de postes de madera tratada e hiladas de alambre en la linde noroeste de la Esperanza Grande y en parte del muro norte de la Esperanza Chica. Se colocará una cancela en el acceso al camino perimetral de la Esperanza Chica a la parcela norte adyacente a la salina donde se encuentran las antiguas casas de recreo de los anteriores dueños de las salinas.
Según la resolución del Ministerio de Medio Ambiente, el proyecto deberá respetar tanto las medidas preventivas propuestas por el promotor para minimizar los impactos ambientales como los criterios de gestión para la conservación de los hábitats y la flora y fauna silvestre del Plan Rector de uso y gestión del espacio protegido. En ese sentido, y a propuesta de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, se resolvió no someter el proyecto a procedimiento de evaluación de impacto ambiental al no producir impactos adversos significativos. Esa zona está incluida en la lista de humedales del convenio Ramsar y están representados hábitats como matorrales halófilos mediterráneos y termoatlánticos, llanos fangosos y arenosos que no están cubiertos de agua cuando hay marea baja, y es zona de reposo y alimentación para numerosas aves acuáticas tanto en invierno como en sus rutas migratorias y es de especial importancia como lugar de cría de aves limícolas, estérnidos y gaviotas y como lugar de cría de peces, crustáceos y moluscos.
El objetivo de este proyecto incluye la reparación y conservación del entramado de muros, canales y compuertas. De manera que se pretende rebajar en 75 centímetros los ocho muros existentes, que separan las nueve naves de cristalizadores. El material extraído se utilizará para el refuerzo de los muros perimetrales y el resto se transportará a un vertedero autorizado.
Se van a limpiar los canales mediante la retirada de más de medio metro de altura de fangos, actuando sobre casi 2.270 metros de canales en el estero suroeste de la Esperanza Grande y 2.100 metros sobre los canales de alimentación y los calentadores de la Esperanza Chica.
Una parte del volumen de fango extraído se utilizará para el refuerzo de los muros de los canales. Se van a limpiar también los tajos de las naves de los cristalizadores en la Esperanza Chica dejando un carril central para el acceso de la maquinaria.
Otra de las actuaciones que se va a llevar a cabo es el acondicionamiento de muros, escollera y compuertas. En ese sentido, se va a proceder a la demolición y a la construcción de una nueva compuerta de alimentación al suroeste de la salina La Esperanza Grande. Se acondicionarán los muros perimetrales, incluyendo su elevación y refuerzo, el ensanche para paso de vehículos y la colocación de una escollera de piedra procedente de una cantera para la protección del influjo de las mareas.
Se va a colocar un marco de hormigón armado para el paso de vehículos por el muro perimetral de la salina, y se colocarán otras compuertas de madera en puntos estratégicos para el manejo hidrológico de la salina.
Por último, el proyecto prevé la construcción de un cerramiento a base de postes de madera tratada e hiladas de alambre en la linde noroeste de la Esperanza Grande y en parte del muro norte de la Esperanza Chica. Se colocará una cancela en el acceso al camino perimetral de la Esperanza Chica a la parcela norte adyacente a la salina donde se encuentran las antiguas casas de recreo de los anteriores dueños de las salinas.
Según la resolución del Ministerio de Medio Ambiente, el proyecto deberá respetar tanto las medidas preventivas propuestas por el promotor para minimizar los impactos ambientales como los criterios de gestión para la conservación de los hábitats y la flora y fauna silvestre del Plan Rector de uso y gestión del espacio protegido. En ese sentido, y a propuesta de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, se resolvió no someter el proyecto a procedimiento de evaluación de impacto ambiental al no producir impactos adversos significativos. Esa zona está incluida en la lista de humedales del convenio Ramsar y están representados hábitats como matorrales halófilos mediterráneos y termoatlánticos, llanos fangosos y arenosos que no están cubiertos de agua cuando hay marea baja, y es zona de reposo y alimentación para numerosas aves acuáticas tanto en invierno como en sus rutas migratorias y es de especial importancia como lugar de cría de aves limícolas, estérnidos y gaviotas y como lugar de cría de peces, crustáceos y moluscos.
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