El consejero de Educación, Cultura y Deporte en funciones, Luciano Alonso, ha pedido al ministro Wert que retire las reválidas previstas en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) para evitar que el alumnado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato se jueguen su futuro “a una sola carta”. Esta iniciativa, ha explicado Alonso durante la rueda de prensa celebrada en Madrid, tiene como objetivo principal “defender al alumnado”, ya que con la celebración de estas pruebas se rompe el proceso de evaluación continua y condiciona la formación.
Así, el consejero ha subrayado que el alumno o alumna que haya finalizado sus estudios de etapa con el conocimiento y reconocimiento, por parte de su profesorado, sobre su trabajo y competencias, tendrá que demostrar el aprendizaje alcanzado durante varios años en una sola prueba y ante un profesorado totalmente ajeno a su esfuerzo y progreso personal, ya que las pruebas la realizarán docentes externos al centro donde se recibe la formación.
Igualmente, Alonso ha criticado que las evaluaciones finales de la Lomce no solo entran en conflicto con la evaluación de las competencias claves sino que además las pruebas solo evalúan una parte de ellas, y, por tanto, no reflejarán las competencias que posee el alumnado y que son indispensables para valorar si se han alcanzado los objetivos generales de su etapa. Para Alonso, esta situación determinará unas “competencias de primera” (las que se evalúan en las pruebas) y otras de “segunda categoría” (las que no se evalúan). Además, también provocará la distorsión de la orientación vocacional y profesional de los jóvenes, que deben de ser acordes con sus verdaderas capacidades.
En el caso de la reválida de 4º de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Alonso ha destacado que la normativa no aporta ninguna solución para el alumnado que aprobando la ESO no supere la prueba, es decir, no tendrán título y, por lo tanto, se quedarán en tierra de nadie, sin alternativas. También se ha referido al “ensañamiento” de estas pruebas con el alumnado de Bachillerato que estudia la modalidad de música, cuya nota media del título del Bachillerato solo será la que obtengan en la reválida, sin considerar las calificaciones de toda la etapa, “algo que no ocurre en el resto de modalidades”, ha asegurado Alonso.
Durante su comparecencia ante los periodistas, Alonso también ha abordado las razones técnicas y económicas para rechazar la propuesta del Ministerio. En este sentido, ha señalado que se trata de unas pruebas que conllevan una “compleja organización” si se tiene en cuenta que tendrán una duración de tres días, se realizarán dos veces al año y para tres niveles distintos y que deberán ser aplicadas y corregidas por profesorado externo al centro al que pertenezca el alumnado. Además, ha subrayado que estas pruebas invaden las competencias de las Comunidades Autónomas.
Para el consejero, las reválidas van a llevar a una situación “innecesaria e indeseable” por el sobrecoste económico que generan, por el sobreesfuerzo que exigirá al profesorado y, sobre todo, por los importantes daños que causará al alumnado, a la calidad educativa y a la igualdad de oportunidades. De esta manera, se va a configurar un sistema educativo más preocupado por la selección que por la formación. En este sentido, ha recordado que Andalucía se ha opuesto desde el primer momento a la realización de reválidas porque “concebimos que las pruebas externas de evaluación deben de ser siempre instrumento para orientar y mejorar los sistemas educativos, y no para seleccionar o establecer rankings de rendimiento”, ha asegurado.
Ampliación umbrales de renta de las becas
Por otro lado, el consejero ha anunciado que va proponer al Ministerio que es "necesario" ampliar los umbrales de renta y patrimonio familiar para la concesión de becas, lo que posibilitará la adjudicación de ayudas a un mayor número de alumnos y alumnas. Con esta iniciativa, "Andalucía va a pedir al ministro y al Gobierno modificar el sistema de becas que ha provocado en el curso anterior que la cuantía decaiga más de un 15 por ciento en la inversión estatal en becas y que haya un 40 por ciento menos de beneficiarios", ha informado.
Con esta propuesta, se daría cabida a parte de la clase media que está pasando dificultades económicas y, sin embargo, no llegan al umbral económico para recibir una beca. Por ello, ha señalado Alonso, es necesario ampliar estos límites económicos de forma que se garantice la igualdad de oportunidades y "no solo la calidad educativa para unos pocos. Así, solo con incrementar el 5 por ciento en el umbral de renta y patrimonio tendría un impacto sobre 5.000 beneficiarios en Andalucía", ha aseverado.
Alonso ha recordado que en Andalucía se puso en marcha la beca Adriano para evitar la desigualdad, al poder acogerse a esta ayuda todos los estudiantes andaluces que se quedaron fuera del sistema nacional de becas aprobando el curso pero sin llegar a la nota mínima exigida(5,5). En total, y en un solo curso, 2.000 alumnos y alumnas han sido recuperados por esta beca.