En el deporte, no sólo en el fútbol, sino en cualquier actividad, y la historia se repite con bastante asiduidad, se pasa de forma inmediata de ‘héroe a villano’. En el Real Jaén muchos presidentes, entrenadores y jugadores, lo han vivido en sus carnes. El último, el actual presidente Rafael Teruel, que ha asumido, dando la cara su error, y ha desvelado, lo ingrato que es que una afición que, unos meses antes lo aclamaba, ahora le ofrece críticas desmesuaradas.
No estuvo listo Teruel al dar a José Jesús Aybar la doble responsabilidad de ser entrenador y director deportivo. No eran compatibles esas dos labores y, aunque con la potestad que le daba el ser dueño y señor de la entidad tomó esa decisión, al final le ha pasado factura.
Comparto la opinión de Teruel cuando afirma “nunca debí prescindir de Aybar”, porque este entrenador, que no ha tenido suerte en su andadura como inquilino del banquillo de ‘La Victoria’, sí ha desarrollado una excepcional labor como director deportivo. Con é vinieron al Real Jaén muchos jugadores de nuestra provincia que estaban desperdigados por muchos equipos no sólo de nuestra geografía provincial, sino en otros fuera de nuestra fronteras, pero a los que se les debería dar un oportunidad de defender los colores de la entidad blanca. Lo que ahora pretende Teruel que no es otra cosa que “provincializar el equipo”, no es nuevo. Esa sinfonía me suena y nunca dio resultado hasta que Aybar se hizo responsable de reclutar a esos jugadores olvidados.
Siempre ocurre igual. Cuando hay penurias se fijan en los más cercanos, en los que cuando hay ‘pasta gansa’ nadie los tiene en cuenta, porque se mira más en despilfarrar todo lo que se tiene y más, que en promocionar lo nuestro. La historia se repite y todos esperamos que, para ‘provincializar el equipo’ para darle cobijo en el club jienense, se acierte a la hora de la elección.
La temporada que ahora termina es para olvidar y lo ratificó ayer tras el partido frente al FC Cartagena con una autentica rajada contra sus jugadores, y asumiendo su responsabilidad llegó a decir “que este club y esta ciudad no merece lo que le hemos ofrecido”. Berges no ha tenido el apoyo de este grupo de jugadores, que en muchos partidos han tenido una actitud bastante pasiva ante lo mucho que se jugaba el equipo. Pero lo que es peor es que no han perdido ellos, que ahora, como profesionales, buscarán otros destinos para ganarse la vida, aquí el que ha perdido ha sido ‘nuestro’ Real Jaén, que entra en una situación muy peligrosa tanto en el aspecto deportivo como económico. Me da pena, mucha pena, de Rafael Berges que, con mayores o menores conocimientos, ha intentado hacer lo mejor por el equipo, pero según ha desvelado, no tuvo el apoyo del vestuario, lo que ha llevado a todos, pero sobre todo al Real Jaén, a un ¡Fracaso total!