La ola de despidos que sacude Abengoa y sus cientos de filiales desde hace semanas, de los que www.andaluciainformacion.es viene informando en exclusiva, subió ayer viernes un peldaño cuando más de cien personas fueron despedidas de una tacada en la sede central de Palmas Altas, en Sevilla. Los empleados, que trabajan en un clima de absoluta opacidad respecto a los planes de la empresa y el objetivo último de los recortes más allá de ahorrar costes, catalogaron el día de ayer como Black Friday, irónicamente, en referencia al día de ofertas comerciales de EEUU que se ha extendido a todo el mundo y se celebró justamente hace una semana.
Decenas de empleados con cajas en los que apilaron sus pertenencias desfilaron en la noche de ayer para no volver a trabajar en la empresa. Algunas fuentes internas consultadas señalan que no ven sentido a las salidas que se están produciendo. Mientras, la empresa se reunió el viernes con la banca y le pidió 450 millones para aguantar los cuatro meses del preconcurso. Esta cantidad contrasta con los 650 millones de ampliación de capital que inicialmente la empresa lanzó en agosto y los 350 millones que la familias Riberas, dueños de Gestamp, iba a inyectar en Abengoa. Operación que no fructificó.
En paralelo, la prensa de EEUU se hacía eco ayer, tras publicarlo www.andaluciainformacion.es, del cierre abrupto y repentino de la planta de Hugoton (Kansas). 50 de sus 60 empleados han sido despedidos. Esta instalación, inaugurada hace un año, era la planta estrella de Abengoa en su negocio de biocarburantes ya que era la primera de segunda generación (produce etanol a partir de residuos agrícolas, no de cultivos alimenticios).
También se ha suspendido este año la cena de navidad de empresa que solía ofrecer el ya expresidente ejecutivo, Felipe Benjumea, una suerte de besamanos moderno en el que el máximo responsable de la compañía confraternizaba con sus empleados de Sevilla.
