Castillo de Gigonza,una obra de la arquitectura militar musulmana
Castillo y Baños de Gigonza se sitúa a 12 kilómetros de Paterna y se encuadra dentro de un marco privilegiado
El Castillo y Baños de Gigonza es obra de la arquitectura militar musulmana siendo uno de los monumentos medievales más relevantes y mejor conservados de la zona. Fue construido en los siglos XII y XIII a partir de un primitivo emplazamiento levantado por Hisn Tanbul. Esta fortaleza árabe formaba parte del conjunto de castillos dispuestos en la campiña gaditana, ubicada a 12 Kilómetros de Paterna, en el término de San José del Valle. Con el tiempo se convirtió en una avanzada fortaleza defensiva del territorio dependiente de Algeciras.
Su construcción parece que se hizo donde antiguamente se situaba la fortaleza de Saguntia, fundada por turdetanos y anexionada a Roma, llegando a su máximo apogeo con los visigodos. La planta del castillo es cuadrada con dos cuerpos de altura. El conjunto consta de una cerca, el patio de armas y un torreón. El ingreso al castillo se hace a través de unas escaleras que llevan hasta un acceso angosto, cobijado por una ventana con arco de herradura. La puerta está rematada por escudos nobiliarios, uno al exterior y otro interior, que corresponde éste último a la Casa de Arcos, con un león rampante y cuatro barras verticales. El Torreón presenta una planta cuadrada y dos cuerpos de altura pudiéndose rastrear en su fábrica elementos arquitectónicos de distintos estilos.
Tras la conquista cristiana del castillo, el rey castellano Enrique II lo cedió por Privilegio Real (1333) a Jerez de la Frontera. En sus inmediaciones se libró en 1371 una gran batalla donde los castellanos obtuvieron la victoria tomando numerosos cautivos de ultramar y malagueños. El primer propietario tras la conquista cistiana del castillo fue Don Alonso Enríquez, Almirante Mayor de Castilla, quien lo enajenó, junto a la Torre de Lopera por licencia real concedida por los Reyes Católicos en Jerez en 1477. En ese siglo la villa quedó prácticamente despoblada y dedicada a uso ganadero.
Próximas al castillo se encuentran unas fuentes de aguas medicinales sulfurosas. A finales del siglo XV el Marqués de Cádiz planeó la traída de tan saludables aguas a las poblaciones de Jerez y Cádiz. Sobre estos manantiales se construyeron unos baños que gozaron de gran fama a finales del siglo XIX y principios del XX, aunque en la actualidad se encuentran en completa ruina. El castillo de Gigonza se encuentra en un marco incomparable de la sierra gaditana, lo que permite a la vez que se visitan los principales monumentos practicar en senderismo descubriendo rincones de gran belleza.
El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento recogiendo el decreto genérico de 1949.
Su construcción parece que se hizo donde antiguamente se situaba la fortaleza de Saguntia, fundada por turdetanos y anexionada a Roma, llegando a su máximo apogeo con los visigodos. La planta del castillo es cuadrada con dos cuerpos de altura. El conjunto consta de una cerca, el patio de armas y un torreón. El ingreso al castillo se hace a través de unas escaleras que llevan hasta un acceso angosto, cobijado por una ventana con arco de herradura. La puerta está rematada por escudos nobiliarios, uno al exterior y otro interior, que corresponde éste último a la Casa de Arcos, con un león rampante y cuatro barras verticales. El Torreón presenta una planta cuadrada y dos cuerpos de altura pudiéndose rastrear en su fábrica elementos arquitectónicos de distintos estilos.
Tras la conquista cristiana del castillo, el rey castellano Enrique II lo cedió por Privilegio Real (1333) a Jerez de la Frontera. En sus inmediaciones se libró en 1371 una gran batalla donde los castellanos obtuvieron la victoria tomando numerosos cautivos de ultramar y malagueños. El primer propietario tras la conquista cistiana del castillo fue Don Alonso Enríquez, Almirante Mayor de Castilla, quien lo enajenó, junto a la Torre de Lopera por licencia real concedida por los Reyes Católicos en Jerez en 1477. En ese siglo la villa quedó prácticamente despoblada y dedicada a uso ganadero.
Próximas al castillo se encuentran unas fuentes de aguas medicinales sulfurosas. A finales del siglo XV el Marqués de Cádiz planeó la traída de tan saludables aguas a las poblaciones de Jerez y Cádiz. Sobre estos manantiales se construyeron unos baños que gozaron de gran fama a finales del siglo XIX y principios del XX, aunque en la actualidad se encuentran en completa ruina. El castillo de Gigonza se encuentra en un marco incomparable de la sierra gaditana, lo que permite a la vez que se visitan los principales monumentos practicar en senderismo descubriendo rincones de gran belleza.
El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento recogiendo el decreto genérico de 1949.
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