Los hosteleros de Jaén rezan para que los meses de verano no sean un nuevo descalabro por la crisis económica. Después de un primer trimestre "horroroso" donde la caída en el consumo se cifró en casi un 20 por ciento, este sector afrontan los meses de julio y agosto con la única esperanza de las terrazas de verano. "Deben ser nuestra tabla de salvación", explica resignado el presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes (Asostel), Gabriel Archilla, quien admite que las empresas están "muy preocupadas" con las previsiones a la baja que se manejan. 

Mientras que el mes de junio está salvado con la celebración de la feria de la Virgen de la Capilla y la Ruta de la Tapa, julio y agosto estarán desiertos de fechas señaladas. “Son meses problemáticos y parece que este año lo serán más”, lamenta Archilla, quien insiste en que es un período “de tránsito” en el que la Universidad “no existe”. 

El éxito del turismo de interior es la salida principal. “Si funciona y se mueve, puede que este verano podamos salir adelante, si no ocurre así, serán meses muy difíciles”, advierte el presidente de Asostel, quien reconoce que la situación actual, tanto a nivel nacional como en terreno jienense, es “preocupante”.

Las terrazas
Al igual que ocurriera el pasado año, el Ayuntamiento y el colectivo alcanzaron un acuerdo para flexibilizar la ordenanza municipal que regula el sector. De ahí que se permita dejar en la vía pública el mobiliario de los establecimientos que cuenten con poco espacio en su interior. 

A pesar de esa predisposición de la Concejalía de Medio Ambiente al diálogo, el colectivo va a ser “muy críticos” con los que no cumplan la normativa. En este sentido, Archilla espera que se mejore el 85 por ciento de cumplimiento que se produjo el año pasado. 

Las dificultades económicas del sector ha hecho que la unificación de mobiliario -uno de los puntos del acuerdo- se posponga para otra ocasión mejor.