El arte es la expresión de los sentimientos del artista a través de la pintura, la música, la escultura, etc. Pero, el arte también puede servir para curar o para mejorar nuestro desarrollo personal. 

En el caso de la pintura, hablamos de la cromoterapia, que consiste en la influencia que los colores pueden tener sobre las personas. Así, hay colores que dan seguridad en el trabajo. 

Se ha comprobado que acondicionando el colorido de los puestos de trabajo se puede llegar a disminuir el número de accidentes laborales. 

Algunas experiencias llevadas a cabo por expertos demuestran que en oficinas en las que los colores dominantes eran el blanco y el gris, mejoraba la atención visual de los obreros al pintar las paredes de color verde pálido, provocando menos fatiga; lo que redujo el número de errores y accidentes y, además, provocaba un aumento de la producción. 

Yendo más allá, bioquímicos rusos han realizado experimentos sobre la posible relación entre ruidos y colores, llegando a la conclusión de que los colores fríos, como el azul y el añil, presentan una mayor capacidad de absorción de ruidos fuertes e intensos; por lo que los recomiendan para las paredes de talleres y ambientes excesivamente ruidosos. 

El Instituto de Investigaciones del Color de Estados Unidos ha llegado a sugerir que algunos colores favorecen las ventas. 

Así, el color rosa es el mejor para los cosméticos; el verde, para la joyería y el rojo, para los juguetes.
Con estos precedentes, no resultará extraño oír hablar del Arte-terapia, entendido como la utilización de técnicas artísticas para el auto-conocimiento, el desarrollo personal, la mejora de la salud y la calidad de vida. 

Esta práctica resulta de la convergencia de las teorías de la Psicología y las técnicas y conocimientos artísticos.
Como técnica de curación se está empezando a emplear de forma habitual en los hospitales. 

Este método utiliza la expresión artística como recurso terapéutico, aliviando situaciones de estrés, ansiedad o dolor, a través de la pintura, el teatro o la música. 

Uno de los beneficios de esta técnica es que fomenta un cambio de actitud frente a la enfermedad, porque a través del arte, el paciente expresa emociones que quizá no pueda comunicar con palabras. 

La terapia artística se viene empleando desde hace años para tratar problemas como el cáncer, el parkinson o el alzheimer; pero una de sus aplicaciones más innovadoras es en niños y adolescentes porque realizar actividades artísticas es el único tratamiento que no tiene efectos secundarios y contribuye a tratar dolencias como el autismo o la anorexia. 

El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid es uno de los innovadores que ofrece actividades de Arte-terapia a sus pacientes desde hace algunos años. 

¿Alguna vez ha jugado a ver las figuras que se forman en las nubes? A este fenómeno se le llama "pareidolia" y es otra de las facultades de nuestro cerebro que se emplea en Arte-Terapia. Vamos ¡Para alucinar en colores...!