Tan distraídos como aburridos se encuentran los ciudadanos de este país. Cada día pasan muchas cosas y los partidos nos distraen con sus movimientos, salvo el PP que lo hace con un no menos espectacular inmovilismo interesado. El panorama ha cambiado desde la noche del 20 de diciembre y hoy parece evidente que el único partido que juega a la repetición de las elecciones es el que preside Mariano Rajoy. Mientras sea presidente en funciones y presidente del partido tiene la sartén por el mango para ser el próximo candidato de su partido controlando las listas electorales. Los demás partidos -salvo Ciudadanos, y por ello será premiado así como por su interés en que se forme gobierno- han iniciado un irresponsable camino , si se confirman los presagios .
Podemos está en una crisis de crecimiento o de encogimiento -veremos- con la destitución de su secretario de organización y el orillamiento de Errejón. Desconocemos los movimientos futuros hasta que se celebre su consejo ciudadano, pero se está jugando su ser como partido. En el PSOE los tambores anuncian de nuevo el intento de Susana Díaz hacia su pretendido desembarco en la política nacional. Se solaparían los procesos de preparación del congreso federal y elección de candidato a la secretaria general con el intento de gobierno en España. A partir del 11 de abril se abre el camino que concluirá el 8 de mayo con la elección por los afiliados del secretario general. Pero el de formación de gobierno no concluye hasta el 2 de mayo. A partir de ese día vamos a las elecciones del 26 de junio. Un calendario endemoniado. Se pueda producir hasta el hecho de que Susana Díaz se presente y a los pocos días Pedro Sánchez consiga ser presidente del gobierno. ¿Y Andalucía? Llevamos un año de gobierno. Todas las hipótesis se abrirían. Un nuevo problema sin final conocido.Y ¿quién garantiza las mayorías nuevas con lo que cuesta formarlas?
Mientras tanto es un escándalo que es el Gobierno no quiera dar explicaciones en el parlamento que representa a la soberanía nacional. Tampoco lo es que habiendo un grupo de partidos que podrían sustituir a Rajoy, se enzarcen en vetos y exclusiones....en nombre de la gente ¡Claro!
