La aventura de seis parejas holandesas conviviendo en el Casco Antiguo de Arcos mientras convertían un antiguo caserón en un bed&breakfast ha llegado a su fin. Han sido dos intensos meses de grabación de un reality show que no llegará a las pantallas del país neerlandés hasta el 26 de agosto, de ahí la discreción con que se ha trabajado.
Eso no ha impedido que el conjunto histórico arcense haya sido un auténtico hervidero en todo este tiempo, pues los vecinos han vivido intensamente el desarrollo del programa, las sucesivas eliminaciones y, sobre todo, la gran final. Y es que han sido los residentes del barrio quienes han tenido la última palabra para elegir a la pareja ganadora a través de su voto.
Para ello se organizó una gran fiesta en el Casino a la que se invitó a todos los vecinos, que tuvieron la oportunidad de depositar en un barril de vino su papeleta seleccionando a su pareja favorita entre las dos finalistas. Previamente, el presentador del programa entrevistó a los concursantes, que además tuvieron que poner en práctica sus avances con el español en forma de discurso, y elegir a su embajador en Arcos.
Todo ello con la presencia de las cámaras. Se vivieron momentos muy emocionantes, con vítores y gritos a favor de sus predilectos, ya que cada uno tenía muy claro cuál era su pareja favorita. Aunque se trató de controlar las votaciones, fue tal la avalancha humana que finalmente se optó por mantener la espontaneidad.
Los concursantes han sabido ganarse el cariño del pueblo, y sus votos, con campaña electoral incluida. Durante dos días, apoyados por sus familiares y por las parejas ya eliminadas -que regresaron a España para la gran final- recorrieron las calles en bateas, repartiendo pegatinas, gorras y camisetas.
Así se llegaba al final de un programa en el que la implicación vecinal ha sido fundamental desde el principio, cuando les preparaban comida o les dejaban usar sus cuartos de baño o un sitio para dormir, por las dificultades de habitar en una casa en obras. Cada pareja fue ganándose a sus adeptos, encariñándose con ellos, por lo que se han vivido despedidas muy emotivas a lo largo de estos dos meses.
Además, también ha sido un jurado popular el que elegía a los participantes que debían abandonar el programa. Cada diez días se reunía para seleccionar a dos parejas, que después debían enfrentarse en una prueba de la cual salía la eliminada.
Mientras tanto, los concursantes tenían que cumplir el objetivo, acabar la rehabilitación de la casa. A pesar de que han tenido poco tiempo y apenas experiencia previa, la obra está concluida, a falta de pequeños detalles. También ha retrasado el trabajo el hecho de ponerse de acuerdo, tener que tomar decisiones entre todos y combinar distintos gustos, por lo que es probable que la pareja ganadora realice algunas modificaciones para adaptarla a sus preferencias.
Eso ocurrirá la próxima primavera, cuando los ganadores regresarán a Arcos para pasar seis meses en el bed&breakfast. Tras el periodo de adaptación, deberán decidir si se quedan con el alojamiento o regresan a Holanda.
El primer capítulo de este reality se emitirá el 26 de agosto en la televisión holandesa NET 5, y a partir de ahí en programas de dos horas hasta finales de noviembre o principios de diciembre. Para darle forma a todo el material grabado a lo largo de estos dos meses, ahora comenzará el proceso de montaje, aunque ya previamente se ha hecho una clasificación. También se encargarán de subtitularlo, pues el programa se emitirá en versión original.
La expectación ha sido tal en Arcos que la productora se ha comprometido a enviar copias para que los vecinos puedan ver el resultado final. Así, se baraja la posibilidad de organizar un encuentro a mediados de temporada para ver tres ó cuatro capítulos todos juntos. Mientras tanto, las vivencias, anécdotas, encuentros y despedidas quedarán grabados durante mucho tiempo por las calles del casco antiguo.
La elección de Arcos como plató de rodaje
La productora Eyeworks ha realizado este programa en Arcos tras ‘El sueño italiano’, grabado para la versión holandesa y belga en dos bellos pueblecitos italianos situados en una colina, con no más de 1.000 habitantes. A pesar de que tuvieron mucho éxito, finalmente las parejas ganadoras no quisieron quedarse con el hotel, al tratarse de sitios de paso, donde los turistas no se quedan. Es por ello que este año decidieron hacerlo en España. Ante todo buscaban un pueblo bonito, ni muy grande ni demasiado pequeño, y bien comunicado. Barajaron varios pueblos de la Sierra de Cádiz, Ronda, Vejer o Medina, hasta quedarse con Arcos por ser uno de los pueblos con más encanto de España. A diferencia de los pueblos italianos, “Arcos tiene vida y a la vez es tranquilo, te puedes esconder a pesar de ser algo tan público”, explicaban desde la productora. Además de esas calles características del casco antiguo, sus cuestas, las panorámicas que incluso han filmado en helicóptero, la productora se queda con el cariño y encanto de los vecinos, con su hospitalidad tanto con los concursantes como con las 30 personas que formaban parte del equipo técnico y de producción. Aseguran que “ha nacido algo muy bonito y sin ellos nada hubiese sido posible”.