El choque de culturas y religiones que caracteriza la historia de Sevilla y Granada convirtieron a estas ciudades españolas en el escenario "natural, orgánico y extremadamente sofisticado" de la película "Assassin's Creed", protagonizada por Michael Fassbender.
Así lo explicó en Londres en un encuentro con los medios el director de la película, Justin Kurzel, que lleva a la gran pantalla esta cinta basada en el famoso videojuego homónimo y que, protagonizada también por Marion Cotillard, se estrenará en todo el mundo a finales de diciembre.
En el largometraje, el actor irlandés se convierte en Callum Lynch, quien por medio de una avanzada tecnología genética accede a los recuerdos de sus antepasados y viaja a la España de la Inquisición para conocer la historia de Aguilar.
Gracias a ello, descubrirá que es descendiente de la misteriosa sociedad Assassins (Asesinos), que ha estado enfrentada desde siempre a una organización conocida como los Templarios.
El cineasta australiano remarcó que Sevilla y Granada durante los inicios de la Inquisición en el sigo XV eran el marco ideal para la cinta, ya que permite al espectador "entender cómo los Templarios pudieron resistir y controlarlo todo" e "imaginar lo que hacían los Asesinos".
Apuntó además que la Alhambra, la Giralda y otros referentes de esa época "conforman un choque de culturas y religiones cautivador que hace resonar las diferentes ideologías de los Templarios y Asesinos".
La película, rodada en la también española Almería, La Valeta (Malta) y el Reino Unido, cuenta con la participación de actores españoles como Javier Gutiérrez, Carlos Bardem y Hovik Keuchkerien, de origen libanés.
Sobre transmitir el concepto de la marca al cine, Kurzel aludió a la libertad que le ofrecía el hecho de que la producción se haya desligado de la historia original.
"En ningún momento íbamos a copiar el punto de vista del juego. No hay ninguna Biblia de 'Assasin's Creed' que diga cómo debe ser esto o lo otro. Nunca nos vimos acorralados. De hecho hay personajes en la película que no están en el juego", subrayó.
Kurzel y su equipo no pensaron en la reacción de los seguidores de estas aventuras desarrolladas por la firma Ubisoft a la hora de crear a los personajes de la película.
"Sentimos un gran respeto hacia los fans pero esto es cine y se trata de crear una historia y de captar el interés de nuevas personas por 'Assassin's Creed'", sentenció.
Por esta razón, el filme está destinado a todos los públicos, en lugar de contar con una clasificación para mayores de 18 años.
"Lo que me gusta de la película se encuentra en que va dirigida a todos los géneros, no solo a los hombres. Además hay dos personajes femeninos potentes y fuertes (Marion Cotillard y Ariane Labed)", subrayó el director sobre un reparto capitaneado en su mayoría por varones como Fassbender, Jeremy Irons y Brendan Gleeson.
El australiano, que afirmó no ver como competencia a franquicias como "Star Wars", confesó que nunca había jugado ni entendido el universo de la orden de Asesinos.
"Se sentaron conmigo a jugar y lo encontré difícil. Tiene mucha investigación detrás y me sentí intimidado. De lo que estaba más preocupado era de cómo pasarlo al cine, de hacerlo real y de los detalles. Ese fue uno de los retos. Porque (el mundo de 'Assassin's Creed') viene de gente que pone su corazón y alma en ello", sostuvo.
Para crear lazos entre el videojuego y la película, los productores se plantearon cuáles serían las acciones que tienen lugar en el mundo digital y que Fassbender también pudiera ejecutar en la realidad.
Por este motivo, contaron con la participación del acróbata británico, doble de películas y especialista en "parkour" Damien Walters, que se encargó de realizar los saltos entre edificios y caídas libres.
El videojuego de "Assassin's Creed" es un fenómenos global que ha vendido 96 millones de unidades hasta la fecha y que ya había dado su salto al cómic, los juegos de mesa y las novelas.