La juez María Núñez Bolaños cumple este jueves día 16 de junio un año como titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, periodo de tiempo en el que su objetivo "ha sido dividir, simplificar, tramitar y agilizar" 'macrocausas' como los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos o las irregularidades en cursos de formación financiados por la Junta de Andalucía.
Cabe recordar que fue el día 16 de junio de 2015 cuando la juez María Núñez Bolaños tomó posesión como titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla en sustitución de la magistrada Mercedes Alaya --que ahora ocupa una plaza en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla-- tras once años en el Juzgado de Familia número 17 de la capital hispalense.
De este modo, y preguntada en los pasillos de los juzgados por un grupo de periodistas que cubre habitualmente la información de tribunales de Sevilla para que haga un balance de su primer aniversario, la juez Núñez ha comentado que su balance hasta el momento del trabajo desarrollado es "positivo", ya que, según ha indicado, "se han hecho muchas cosas" y "tengo un gran equipo trabajando conmigo".
"Tengo que agradecer evidentemente todos los refuerzos que he recibido", ha resaltado la magistrada en referencia a los dos jueces de refuerzo con los que cuenta actualmente --Álvaro Martín, encargado del caso ERE, e Ignacio Vilaplana, que tramita los asuntos ordinarios que llegan al Juzgado-- y a los funcionarios recibidos "desde la Administración pública", es decir, la Consejería de Justicia e Interior de la Junta.
BALANCE "POSITIVO"
A su juicio, "se ha formado un equipo bueno" que "está trabajando" para agilizar el trabajo que acumula este órgano judicial, por lo que "el balance no puede ser más que positivo".
Preguntada por el estado en que se encuentra la instrucción de las 'macrocausas', la magistrada ha manifestado que "la gran definición de esas 'macrocausas' es la propia palabra, 'macrocausa'", añadiendo que su "gran objetivo" ha sido "dividir, simplificar, tramitar y agilizar" dichos procedimientos.
De hecho, la magistrada ha dividido en piezas separadas tanto el caso de los ERE fraudulentos --algo a lo que se había opuesto de manera reiterada la juez Mercedes Alaya-- como la causa de los cursos de formación.
"Tengo una frase fundamental, que es que la justicia lenta no es justicia. Si no hay solución, no hay solución, y si la solución llega tarde, tampoco es solución", ha indicado Núñez, que ha subrayado que "la justicia tiene que ser ágil, y agilizar la tramitación e instrucción de una 'macrocausa' para conseguir resultados pasa por la división".
"VEREMOS UN FINAL" A LAS 'MACROCAUSAS'
"Creo que en eso hay ya un acuerdo genérico de los juristas", ha afirmado la instructora, que, preguntada por la previsión temporal en cuanto a la finalización de la investigación de estas 'macrocausas', ha asegurado que "se acabarán", y eso "es lo más importante que podemos decir". "Veremos un final, porque quizá antes esto nadie lo veía", ha indicado.
En este sentido, ha desvelado que "mucha gente" le pregunta si la instrucción de estas 'macrocausas' se acabará "alguna vez". "Claro que sí", ha dicho de forma rotunda.
Asimismo, la juez Núñez se ha referido a la 'herencia' recibida por Alaya y ha aseverado que le ha dejado un "gran trabajo, complicado, difícil, un trabajo muy complicado que ha requerido de mucho esfuerzo". "Para mí lo fundamental es que había que poner orden, organización, era necesario más gente trabajando, eran necesarios refuerzos, y yo he contado con esa ayuda", motivo por el que ha querido mostrar su agradecimiento.
Cuando se cumple su primer aniversario como titular del Juzgado de los ERE o los cursos de formación, los que conocen a la magistrada resaltan que pidió la plaza en Instrucción 6 porque quería sobre todo "hacer justicia" al considerar que "no se estaban haciendo bien las cosas" en este órgano judicial. En este sentido, sus amigos recuerdan que con 14 años ya decía que quería ser juez de lo laboral para "defender a los trabajadores".
ALAYA Y NÚÑEZ
El día 8 de junio, pocos días antes de su toma de posesión como titular del Juzgado, la Sala de Gobierno del TSJA acordó informar favorablemente y proponer al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que los magistrados Mercedes Alaya --ya con plaza en la Audiencia Provincial-- y Álvaro Martín ocuparan las dos comisiones de servicio aprobadas para reforzar el Juzgado. De hecho, la juez Alaya solicitó esta comisión de servicio para seguir instruyendo todas las 'macrocausas'.
No obstante, el Alto Tribunal andaluz aprobó en junio un plan de actuación para el Juzgado presentado por el que Alaya seguiría instruyendo únicamente el caso de los ERE fraudulentos --hasta que la Audiencia Provincial de Sevilla resolviera sobre su posible división-- y el delito societario de Mercasevilla, y Bolaños asumiría la instrucción de las restantes 'macrocausas', como son las irregularidades en los cursos de formación y los avales y préstamos concedidos por IDEA.
En esta pugna por las 'macrocausas', Alaya criticó duramente a la juez Núñez en un informe elevado al CGPJ donde aludía, entre otros aspectos, a su "estrecha amistad" con el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, y a los "escasos conocimientos" de Bolaños en la jurisdicción penal.
Asimismo, y en relación con la causa de los cursos de formación, la magistrada Alaya consideraba en su escrito que la división de la investigación respecto a las delegaciones provinciales de Empleo y los servicios centrales "pulverizaría de un plumazo lo que puede ser una prevaricación-malversación para convertirlo en irregularidades administrativas".
La juez Núñez, tras conocer el contenido de este informe, se limitó a considerar que las formas empleadas por Alaya "no son elegantes", y en espera de que se resolviera el reparto de asuntos entre ambas magistradas, concretamente el día 30 de julio de 2015, aceptó la petición realizada por la Fiscalía Anticorrupción y dividió en tres grandes piezas separadas la causa de los ERE, una petición a la que se había opuesto reiteradamente su antecesora en el cargo.
El 13 de octubre del pasado año la Sala de Gobierno del TSJA acordó por unanimidad apartar a Alaya de las 'macrocausas' dada su "clara voluntad de no colaboración" con la juez titular, María Núñez Bolaños, y para "evitar un escenario en el que surjan situaciones de conflicto" entre ambas magistradas.
"CLARA VOLUNTAD DE NO COLABORACIÓN"
Según la Sala de Gobierno, a la división del caso ERE se sumaba que, con posterioridad al acuerdo adoptado en junio, la juez Alaya "ha exteriorizado que considera insuficiente y errónea la atribución única" del caso ERE, "insistiendo en que su competencia como comisionada debiera ser exclusiva y excluyente, con funcionarios concretos y designados por ella, lo que patentiza una clara voluntad de no colaboración con la actual titular, en manifiesta oposición al fundamento que justifica toda medida de apoyo judicial".
Ya el 14 de diciembre, el TSJA aprobó el plan de actuación presentado conjuntamente por Núñez y el magistrado en comisión de servicio, Álvaro Martín, por el que éste asumió, "en un marco de plena colaboración y entendimiento", la tramitación de las seis primeras piezas en las que la magistrada dividió el caso ERE, entre las que se encuentra la del procedimiento específico por el que se concedieron las ayudas.
Precisamente, el último gran hito en relación a las 'macrocausas' ha sido el auto en el que el juez Álvaro Martín procesa a 26 ex altos cargos de la Junta en la pieza del procedimiento específico, entre ellos los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, por lo que esta sería la primera pieza de los ERE que podría ir a juicio, aunque nunca antes de finales de 2017 o principios de 2018.
