Asuman ya que la luz seguirá incrementando su precio y que no se reformará el sistema que impera ahora, en el que el precio más alto de la energía que se consume es el que marca cuánto nos subirá la factura. Y asumánlo porque nuestro presidente ya ha dicho de forma muy explícita que “no todo en esta vida ni en este mundo depende del Gobierno” para justificar que no va a modificar ni los peajes ni el sistema mayorista de la luz. Pero, al parecer, sí que hay que mirar al cielo a ver si llueve y hay un temporal con mucho viento porque parece que será el único método efectivo para que baje la luz.
No cree el presidente del Gobierno que sea necesario un cambio en el sistema actual para fijar el precio de la luz, lo que significa, por deducción lógica, que le parece más que razonable que siendo los reyes del sol y en pleno invierno, lo que marque el precio de la luz sea el gas que llega de Argelia, que es el más caro. Eso sí, el españolito inteligente que haya apostado por la energía solar tendrá que seguir limitando su gasto si no quiere pagar el llamado “impuesto al sol” o las empresas que en su día invirtieron en renovables seguirán con sus penalizaciones. No, el sistema continuará como ahora y nunca veremos cómo la energía solar nos saca las castañas del fuego y nos permite dejar de ser tan profundamente dependientes de otros países.
Parece que el presidente del Gobierno -aplaudido, supongo, por las grandes empresas eléctricas y los grandes inversores que han visto en la luz un filón que ningún gobierno está dispuesto a tocar- quiere que los españoles, cuando venga la próxima ola de frío, nos pongamos a rezar para que llueva lo antes posible y se nos abarate la ya de por si gorda factura que nos espera porque el megawatio está muy alto.
Lo peor de todo es que Mariano Rajoy se queda tan pancho diciendo que “no todo en esta vida depende del Gobierno” cuando el sistema mayorista lo ha establecido un Gobierno y es un Gobierno el que debe cambiarlo. Antes de aprender la danza de la lluvia le recomendaría a Rajoy que afronte la situación porque está en minoría y, quizás, el Congreso sí que esté de acuerdo en cambiar el sistema.
