El pasado jueves, el Ayuntamiento recibió de manos de la Junta de Andalucía las llaves del Palacio de Araníbar, antigua sede de los juzgados portuenses, comenzando así las obras de rehabilitación del edificio, como informa la edil de Patrimonio, Leocadia Benavente, con cargo al Plan Proteja, a lo largo de los próximos seis meses.

Las actuaciones que se van a llevar a cargo en este edificio, que consta de planta baja, entreplanta (las dos que por el momento se van a restaurar y que se pondrán en uso), primera planta, ocupadas en estos momentos por los archivos de los juzgados, y un ático donde vivía la servidumbre en la etapa principal del edificio, serán “la adecuación y adaptación a la normativa de minusvalía, cubrir los revestimientos en mal estado del suelo y la pared y actualizar las instalaciones eléctricas y de aire acondicionado. En cuanto a carpintería se van a restaurar los elementos que hay, porque son bastante buenos”, asegura el arquitecto municipal, Manuel Fernández Prada.

Con respecto al espacio que ocupan los archivos de los juzgados en la actualidad, la edil popular plantea que “estamos cerrando un convenio con Justicia para hacernos cargo de ellos durante cinco años. Se está perfilando el primer borrador de dicho convenio, porque la Junta lo ha devuelto con algunas modificaciones”. Entiende Benavente que “es absurdo que un juzgado nuevo, como hemos dicho en muchas ocasiones, no tenga espacio para sus propios archivos”, lo que mejoraría mucho el uso que se le daría desde un principio al inmueble de la plaza del Castillo.

Además, y también a cargo de los planes estatales o autonómicos, el Ayuntamiento tiene proyectado un nuevo archivo municipal, donde se almacenarán todos los documentos que se encuentran parte en inmuebles de Zona Franca y en la Casa Consistorial, de donde se sacarán en un plazo estimado de medio año, a pesar de que, una vez que estén las obras realizadas habrá que amueblar el espacio.

El arquitecto municipal asegura además que, “en la parte de arriba”, planta que soporta el peso de las cajas de documentos archivadas “hay fisuras que hay que revisar aunque ya se dejó claro” ya que era un problema que venía de tiempo atrás, motivo por el que se consideró idóneo buscar otro lugar para los juzgados, “que todo apuntaba a que había sobrecarga de una habitación, aunque el inconveniente se resolvió porque se redistribuyó la carga de la misma”.

Leocadia Benavente recuerda que, con respecto al expediente de reversión del Palacio de Araníbar al Ayuntamiento, “ha habido un punto negro porque desde un principio la Corporación municipal anterior pedía la devolución al Estado cuando desde 1997 el edificio pertenecía a la Junta de Andalucía. Así como nos incorporamos al Ayuntamiento revisamos el expediente y nos dimos cuenta del error, iniciando los trámites oportunos para que se nos devolviera la propiedad del inmueble”, actuación que ha costado dos años.