En España no existe ningún
impuesto al sol, pese a la extendida falsa leyenda al respecto, por lo que es legal y técnicamente posible instalar paneles fotovoltaicos en las viviendas para producir electricidad con la que independizarse hasta cierto punto de las compañías eléctricas y rentabilizarlos en un plazo de cinco años si se utiliza toda la electricidad generada; si no fuera así el plazo de amortización sería un poco mayor pero inferior a 10 años.
Así puede leerse en un informe de
El Consultorio de la Energía, una iniciativa que, para combatir los bulos en materia energética y asesorar mediante especialistas en la materia, ha lanzado Valeriano Ruiz, uno de los padres de la
energía termosolar en España, antiguo catedrático de la Universidad de Sevilla, ex presidente de Protermosolar y ex presidente y director del Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables de Andalucía (CTAER).
El impulsor de El Consultorio de la Energía responde de manera rotunda con un "sí" a la pregunta que tantas personas, confundidas por las informaciones contradictorias que reciben o leen, se hacen sobre si es posible y rentable una instalación fotovoltaica de
autogeneración de energía. "Evidentemente, como en cualquier otra actividad -afirma Valeriano Ruiz- hay que cumplir la normativa vigente, que es especialmente compleja y confusa, por lo que hay que explicarla poco a poco y de manera que sea bien entendida incluso por personas no especialistas. Empezaremos por el caso más sencillo que, por otra parte, puede ser el más extendido: las instalaciones con potencia inferior a 10 kW, que se corresponden con las necesarias para un hogar normal".
El impulsor de
El Consultorio de la Energía pone como ejemplo una instalación fotovoltaica de 1 kW, que puede ser un caso frecuente para
viviendas unifamiliares de tipo medio. Esa instalación puede generar 1.560 kWh al año y costar del orden de 1.500 euros. Es obvio que si la instalación es de otro valor de la potencia, los números que ofrece sólo hay que multiplicarlos por esa cantidad.
Su propia casa como ejemplo
Valeriano Ruiz analiza tres casos a partir de su propia experiencia y de los datos obtenidos en los nueve años de funcionamiento de los módulos fotovoltaicos que instaló en su vivienda sita en Mairena del Aljarafe (Sevilla):
1. El usuario utiliza toda la electricidad generada en su vivienda y reduce su factura de la empresa comercializadora. Es decir se ahorra 1.560 kWh x 0,1889 €/kWh = 294,7 euros al año. Con ese ahorro compensa el gasto de instalación de los paneles en 5 años. Pasado ese tiempo, ya no tiene que pagar nada a la comercializadora, ni a la distribuidora, de electricidad; salvo el consumo que no cubre su instalación fotovoltaica.
2. El usuario usa el 75% de la electricidad generada y el 25% restante lo regala al sistema a través de la empresa distribuidora. El dueño de la instalación ahorra 221 euros/año y tiene que pagar a la distribuidora 0,195 euros por el peaje de estar conectado a la red. Este usuario amortizaría su inversión en 6,8 años.
3. El dueño de la instalación aprovecha el 50% de la electricidad que genera. Ahorro en la factura, 147,3 euros/año y tiene que pagar por peaje, 0,39 euros. Tiempo necesario para rentabilizar la instalación: 10,2 años.
La instalación es tanto más rentable cuanto mayor es el porcentaje de la electricidad generada que es consumida en la propia vivienda. es difícil aumentar ese porcentaje pero no es imposible.