El entrenador jerezano Jero Osorio se comprometió en su día para dirigir al Atlético Sanluqueño B en la Primera Andaluza pero un descenso admistrativo de rebote porque el Chiclana y la UD Roteña perdieron la categoría provocó que iniciara con muchos problemas la temporada 2017-2018 en la Segunda Andaluza.
Comenzó el camino con muy pocos efectivos pero tras acabar la temporada contabilizó 60 jugadores porque además de los del filial hicieron acto de presencia muchos del juvenil A, juvenil B, cadete A y cadete B. Lo más importante vino dado con la permanencia y ahora es cuestión de analizar su futuro.
Manifestó que “estoy pendiente de mantener un reunión con el club pero ahora todo queda centrado en la fase de ascenso a la Segunda División B y también en la Feria de la Manzanilla. Me gustaría seguir. Cuando me hice cargo de la plantilla se dieron una serie de circunstancias y cuando había muchas ganas de hacer las cosas bien nos vimos con un descenso antes de empezar la temporada. Hubo muchos desbarajustes y el descenso influyó mucho porque no era lo mismo empezar en la Primera Andaluza que en la Segunda. Teníamos apalabrados a muchos jugadores”.
Entiende que “un descanso siempre viene bien pero a todo el mundo. Hay ganas de hacer mejor las cosas porque esta pasada temporada sí que hubo miedo al descenso durante todo el año. Iniciamos la Liga con cinco derrotas, que fue mucha carga después. La Segunda Andaluza de esta próxima temporada se presenta muy interesante”.