Durante las campañas electorales es habitual que haya partidos que apelen al ‘voto útil’. Son –o al menos eran- los grandes, los que aspiran a capitalizar esa franja, más o menos amplia de indecisos, animando a no “malgastar” un voto en opciones ¿minoritarias? El mensaje que trasmiten es que todo voto a formaciones pequeñas se desperdiciará. Pero este planteamiento es claramente inmoral y pone en evidencia los principios éticos de quienes lo formulan. Todo voto debe hacerse en conciencia, desde el convencimiento de que representa la mejor propuesta para nuestra tierra.
El voto útil es un concepto que les resulta muy útil, precisamente, a los grandes partidos para reducir la franja de indecisos y justificar que pueda ser aceptable un voto hecho con la nariz tapada para evitar “males mayores”. Esos “males” que pudieran derivarse de un equilibrio de fuerzas que dificultara la gobernabilidad en un mal sistema electoral que se diseñó para reforzar un bipartidismo que, hoy por hoy, ha dejado de ser real.
Así, este apelar al voto útil se inserta en el interés de los grandes partidos, y no en el interés de la sociedad, porque al final lo que pretende es limitar la diversidad que sí existe en nuestra sociedad. El escenario actual de cuatro partidos fuertes y con representación institucional acaba pervirtiendo la posibilidad de que los parlamentos reflejen la pluralidad realmente existente.
Por eso, más que al voto útil hay que apelar al voto en conciencia, fundamentado en la ética. Actuemos basándonos en los principios, sean muchos o pocos los que los compartan, porque al fin y al cabo, siendo el voto la manera de ver representada nuestra opción en las instituciones, no hacerlo en conciencia deja fuera la visión de muchos, por minoritaria que sea. Juzgue cada cual el carácter moral de cada partido, sin olvidar que son hablamos de decidir sobre quién diseñará el mundo que queremos.
Pero no. En Andalucía no podemos sentirnos apelados por el voto útil, ni por parte del Partido Socialista, que ha tenido casi cuarenta años para transformar Andalucía y no ha sido capaz de dar respuesta política a las necesidades de la gente de a pie, de la juventud andaluza, las mujeres, o la población migrante, y que ha contribuido a la merma de servicios públicos tan prioritarios como la sanidad o la educación pública. Y no, tampoco nos pueden decir que el del Partido Popular es un voto útil, teniendo en cuenta que ha sido responsable de la actual reforma laboral que ha elevado a Andalucía a la categoría de ser la comunidad autónoma con las cifras de paro más elevadas de España, y de los recortes en leyes tan básicas como la Ley de Dependencia para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.
Pero tampoco nos podemos sentir apelados por aquellas formaciones de la “nueva política” que ya han manifestado que apuntalarán el bipartidismo, dejando de nuevo a Andalucía sumida en la pobreza y la precariedad.
En EQUO Verdes-INICIATIVA Andalucía tenemos claros los desafíos urgentes del siglo XXI y apelamos al voto necesario para afrontar la urgente transición socioecológica que necesita Andalucía, tierra de oportunidades, refugio y calidad de vida.
El 2 de diciembre, el único voto útil es el voto alternativo que ofrece la única opción verde, que se presenta a estas elecciones y que asegura un futuro próspero para Andalucía. Un futuro verde esperanza que pasa por EQUO Verdes_Iniciativa Andalucía.
Carmen Molina e Isabel Brito
Candidatas de EQUO Verdes-INICIATIVA Andalucía
