La concesión de los Campeonatos Iberoamericanos de Atletismo a San Fernando y las ruedas de prensa y visitas posteriores a las instalaciones dejaron frases como que quedaba tiempo suficiente para no tener que ir con prisas y sobre todo, para que no ocurriera lo que ha ocurrido en otros eventos del mismo tipo en los que las autoridades han entrado por una puerta en la inauguración y los albañiles han salido por otra.
Pues bien, a tenor de las previsiones del Ayuntamiento de San Fernando, contempladas en el documento maestro de la organización de los juegos, el proceso lleva ya nueve meses de retraso, por lo que las previsiones de finalización de obras para el mes de noviembre del año que viene se alargan hasta al mes de julio o incluso agosto del 2010. O sea, como en todos sitios, con autoridades y albañiles juntos.
Los cálculos pesimistas vienen por el retraso con que ha concluido el primero de los pasos previstos en ese documento que se entregó a los medios de comunicación y en el que se decía que en los meses de enero y febrero de este año se procedería a la contratación de la redacción del proyecto.
Pues bien, ese paso ha finalizado oficialmente con la publicación de la concesión en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el pasado día 6 de este mes, en el que se adjudica al arquitecto Ángel Baleato Rebollar por la cantidad de 114.840 euros.
El arquitecto en cuestión o cualquier otro al que se le adjudicara la redacción del proyecto tenía los meses de marzo a agosto, ambos inclusives, para hacer ese trabajo previo a la contratación. Meses que, como es obvio, se han perdido e incluso se han perdido septiembre, octubre y noviembre previstos para la contratación de la obra. Sin olvidar que una vez que se pierden meses, es tiempo que se va arrastrando.
Cogerse los dedos
Ni que decir tiene que posiblemente el calendario de previsiones realizado por el Ayuntamiento -con las obras propiamente dichas comenzando el mes que viene- se hizo pensando en que sobraba tiempo y que de todas formas, se puede ir más rápido, aunque difícilmente se pueden recuperar nueve meses en veinte que quedan para que se inauguren los Campeonatos. Generalmente suele ocurrir lo contrario, que se pierda más tiempo por los imprevistos de las obras.
De todas formas y dejando constancia de cómo se está gestionando el acontecimiento a tenor de los retrasos, lo que se puede perder -confiando en que las obras estén a tiempo- son los eventos que se pueden organizar a modo de ensayo general de las instalaciones, como un campeonato de España de atletismo de categorías menores que, sin embargo, son los que más personal llevan por cuanto a los niños hay que cuidarlos. O sea,que vienen con sus padres que son los que gastan.
A la vista de cómo están las cosas, lo único que se puede comenzar a pedir ya es que los retrasos contrastados en la documentación del Ayuntamiento se enjuguen lo más posible. O que los medios de comunicación no se crucen con los albañiles, que lo que no se ve, no existe.