Banco de Alimentos

Ante ciertas contrariedades a veces uno quisiera manifestarse, aunque de manera pacífica, contra quienes fuese, y más cuando ya no saben los responsables de una actividad caritativa qué camino tomar, a quienes recurrir ni tampoco a qué puertas llamar, aunque siempre pensando y esperanzados en esa cita evangélica de “pedir y se os dará”, al no encontrar de momento  el apoyo que se necesita, y eso a veces resulta muy desalentador.
Y me estoy refiriendo ahora al Banco de Alimentos ubicado en Algeciras, que atiende diariamente a 7.500 personas –considerándolo un elevado número– con necesidades perentorias en su alimentación diaria, distribuyendo los productos entre Cáritas, comedores de caridad y otros centro con esos destinos dentro de la Comarca del Campo de Gibraltar, estando  amenazados de tener que cerrar cesando en esa  actividad tan generosa por no haber, hasta ahora, ninguna institución pública ni tampoco privada que se haga cargo para pagar esos 1.800 euros mensuales del alquiler de la nave en donde se almacenan y distribuyen toda clase de alimentos que van llegando diariamente de entidades benefactoras Y piensa uno que a veces es preferible emplear cierto dinero en asuntos de beneficencia o caridad, para aquellos que nada tienen, que en otros suntuarios que muchos de ellos al  poco tiempo ya nadie se acuerda de haberse producido.

Y es que si a tan loable dedicación se le cierran las puertas es para clamar al cielo , y ahora mucho más debido a la crítica situación por la que estamos atravesando en España, ya que el número de necesitados aumenta cada día .

Y aunque yo no estoy en el Banco de Alimentos desde aquí le pido al señor Herrera Hormigo, nuestro alcalde –que me consta que es religioso y tiene buenos sentimientos–, que atienda de cualquier manera que fuese, esa petición, por él mismo o implicando  a  otros primeros ediles o a ciertos industriales, porque una  labor humanitaria de esta clase dice mucho  favor de cualquier alcalde al preocuparse de sus ciudadanos más necesitados, y máxime cuando las situaciones de despidos, cierres de industrias y comercios incrementan el paro obrero, en esta crisis que cada vez se va haciendo mayor y que parece que no hay posibilidades que atajarla durante un tiempo prolongado, por lo que el cierre del Banco de Alimentos de Algeciras resultaría catastrófico.
Sin duda alguna que más se valora a un alcalde cuando en una situación muy mala para un número determinado de habitantes de su localidad, por causas ajenas a ellos y posiblemente debido en parte a  ciertas negligencias de los políticos gobernantes de la nación, se preocupa de una manera eficaz, dando la cara, como si en vez de ser un regidor severo y prepotente fuese el padre de todos los ciudadanos que, preocupado  por la buena marcha del municipio, dijera de una manera  real, aquí tenéis a vuestro alcalde, que lo mismo está para la maduras que para las duras, y más en estos casos tan apremiantes.

Y actuando de esa manera es cuando sabríamos quién es cada cuál, no  en esa postura de lo que más se ve, excusándose cuando hay que dar la cara, o tirando balones fuera, que de esas y de otras cosas suelen darse cuenta los ciudadanos, comentándolo después. Y es que un alcalde caritativo y responsable  es el que se necesita en cada pueblo o ciudad, ya que bastantes de los otros son solamente figurantes, que van a su bola.
Por eso espero del señor Herrera que adopte una postura solidaria, muy importante en estos malos tiempos por la que estamos pasando y atienda esas peticiones, de cualquier manera que fuese, que se le hacen desde el Banco de Alimentos.