La plantilla de la fábrica de botellas, arropada por antiguos ex compañeros de trabajo, familiares y jerezanos anónimos retornará hoy al Minotauro, donde comenzaron sus reivindicaciones, para “armar mucho ruido” con una cacerolada con la que protestarán contra la decisión de Saint-Gobain Vicasa de cerrar la factoría que posee en la ciudad tras más de 100 años de actividad.

El punto de encuentro será una vez más la portería de la fábrica, de donde los trabajadores partirán hasta el carismático monumento, donde permanecerán hasta las 13.00 horas concentrados “para que la gente sepa que seguimos luchando para que Vicasa no se cierre”, explicó el presidente del comité de empresa, Antonio Alba.

Asimismo, la convocatoria de hoy, que llega tras un paréntesis de una semana, en lo que a medidas de presión respecta, servirá para ir calentando motores de cara a la manifestación que los trabajadores realizarán en Sevilla el próximo jueves 12 de noviembre frente a la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía. Una cita para la que han editado más de 5.000 dípticos y están pegando carteles por la ciudad, y en la que también esperan poder ser recibidos por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.

“ESTAMOS ANIMADOS”
Previamente, el próximo martes, una representación del comité de empresa se reunirá con el consejero de Empleo, Antonio Fernández, que hace ahora una semana se mostró molesto después de que un grupo de manifestantes de Vicasa lo recibiera con pancartas durante la celebración de un acto en Jerez.

Presumiblemente, en dicho encuentro, los representantes de los trabajadores expondrán los “contraargumentos” que exige el titular de Empleo en la Junta para rebatir la postura de la multinacional. Mientras tanto, las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tuvieron ayer “pocos avances” tras más de tres horas de reunión, dado que, como explica Alba, la empresa sigue sin dar números de los trabajadores que se quedarían en Jerez, tras concretar que las actuales dependencias quedarían relegadas a un centro logístico y técnico con cuatro actividades: reparación de maquinarias, taller electromecánico para personal cualificado, taller de moles y una línea Malibú para el enfundado de botellas.

Pese a todo, Alba asegura que están “animados” y que el mensaje de los empleados en la asamblea “es que sigamos en esta línea”.