Han llegado las primeras rachas de frío y con ellas la oportunidad de disfrutar del vino más salvaje acompañado por una papas cocías en los mostos locales.
Es el zumo exprimido de la uva antes de que éste fermente y se haga vino. Así se define el mosto, pero en municipios como en Sanlúcar, el mosto es mucho más. Es la oportunidad de disfrutar del sabor más original de un vino en estado puro, un regalo de la naturaleza, en la que la mano del hombre sólo interviene para cuidar a la madre viña. Por eso, porque en Sanlúcar el mosto es sinónimo también de agradecimiento por las bondades que la tierra nos brinda, se ha puesto en marcha por segunda vez consecutiva una ruta que pretende dar a conocer las tascas y lugares donde se consume el mosto como antaño. En jarra y acompañado por una papas recién cocidas y un toque de sal. Así se sirve y se toma el mosto. Empieza la ruta.
Hasta catorce establecimientos podrán ser visitados por sanluqueños y turistas para tomar un vaso de mosto. Aunque este año también se han abierto las puertas de los lagares, los lugares donde llega la uva desde la viña y se prensa hasta conseguir el caldo que hoy ya, a estas alturas del otoño y con los primeros fríos, se ha hecho mosto. Durante los domingos los lagares de la Cooperativa Virgen de la Caridad y Covisan de 12,00 a 15,00 horas, estarán abiertos para puedan ser visitados de manera gratuita.
Por otro lado, el vaso de mosto y la tapa o el pincho que se ofrezcan en los establecimientos participantes tendrá, al igual que el año pasado, un precio que oscilará entre 0,50 euros y 0,60 euros. El precio asequible pretende ser otro de los ganchos para atraer a la ciudadanía hacia estos lugares. Con la experiencia puesta en marcha el año pasado se consiguió no sólo fomentar el consumo del mosto y ponerlo en valor, sino también revitalizar el Barrio Alto de Sanlúcar, cargado de valor patrimonial pero también del conocimiento de sus gentes sobre el mundo del vino, del que vivían la mayoría de las familias que a lo largo de los años se asentaban en esta zona alta de la ciudad, mientras que los marineros se ubicaban en la zona baja, cerca del mar. Así, la II edición de la Ruta del Mosto posibilitará a los visitantes conocer un trozo más de la idiosincrasia de un municipio que lleva entre sus señas de identidad la defensa del vino del que posee la Denominación de Origen: la Manzanilla.
El éxito de la primera edición confirmó que la singularidad única de los mostos sanluqueños eran la clave para atraer al público, que quedó fascinado por el embrujo de las callejuelas del barrio Alto y por la calidad de las cocinas. Al amparo de esas cocinas se elaboran los guisos tradicionales de Sanlúcar, el ajo, la berza o unas papas con chocos, que se convierten en auténticas delicatessen acompañados por un trago de mosto. Tanto es así que hasta algunos establecimientos, como el del Abuelo Enrique, agotaron el mosto antes de la finalización de la Ruta.
COMPLETAR LA RUTA
La organización de esta ruta, puesta en marcha desde el Ayuntamiento de Sanlúcar entre las delegaciones de Fomento de Empresas y Turismo, contempla la realización de una serie de visitas a cada uno de los locales que participan en la ruta para ir completando una especie de pasaporte. Habrá que sellar la cartilla completa para poder participar en el concurso de varios premios, entre los que se incluye dos noches de hotel gratis en el Hotel Guadalquivir y otras dos en el Hotel Doñana.
Más allá del disfrute, en el terreno político o de planificación turística los objetivos de la Ruta del Mosto pasan entre otros, por promocionar y dar a conocer el ‘Mosto’ como recurso enoturístico y gastronómico de Sanlúcar, apoyar al sector empresarial en la activación económica y generadora de empleo y en sus iniciativas de mantener viva esa costumbre, al tiempo de impulsar el conocimiento de nuestro legado histórico-cultural a través del vino, enseñando los procesos de elaboración, producción y crianza de los mismos.