El Parlamento andaluz es el primero de toda España que aprueba la reforma del reglamento contra el transfuguismo. Lo hace cinco meses después de que la que era líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, y ocho diputados afines salieran del grupo parlamentario y pasaran a ser no adscritos. Esta medida sale adelante gracias a los apoyos a favor de PSOE, PP, Ciudadanos y el resto de miembros de Adelante. Vox se ha abstenido.
De esta manera, Andalucía es la primera comunidad que se adhiere el pacto nacional antitransfuguismo aprobado meses atrás en el Congreso de los Diputados. Así, culmina un proceso impulsado por las cuatro formaciones que han apoyado la reforma y que se ha visto envuelto en la polémica desde su inicio, ya que ha contado con el rechazo frontal de los expulsados de Adelante, que lo impugnarán ante el Tribunal Constitucional al considerar que vulnera el derecho de representación e impide su capacidad legislativa.
Teresa Rodríguez le ha dicho a los que eran compañeros de partido que “tuvieron que vender su alma al fascismo para expulsarnos”. Además, ha indicado que “no es esto lo peor, sino la imagen lamentable que proyecta la izquierda y el desánimo para los votantes”, por lo que se ha preguntado si “era de verdad el mejor momento para someterla a ese desgarro”.
Rodríguez ha lamentado que en las próximas elecciones haya en la comunidad “tres papeletas de izquierdas, dos con el centro en Madrid y una en Andalucía”, y ha finalizado asegurando que “no hay ningún drama: hasta aquí hemos llegado, ojalá que les vaya bonito”.
Por su parte el portavoz de Adelante y miembro de Unidas Podemos por Andalucía, Ismael Sánchez, ha manifestado que su grupo está “muy tranquilo” y ha pedido “dejar de ver fantasmas y de confundir a la ciudadanía y a la militancia de izquierdas”, ya que “emprender un nuevo proyecto político es legítimo, pero el transfuguismo es corrupción”.
Desde el PSOE, el diputado Rodrigo Sánchez Haro ha defendido que el texto “beneficia las condiciones de los diputados y, por tanto, de los andaluces” y ha recordado que en el sistema político vigente “son los partidos los que asumen la representación de la ciudadanía y así lo recoge la Constitución”.
El diputado del PP Juan Bueno ha argumentado que, atendiendo a una situación “anómala”, el Parlamento “está haciendo lo correcto: regularla para no dejar que haya un limbo en el que no se sabe muy bien qué hacer”, además de pedir a los no adscritos “menos espectáculo y más trabajar por los andaluces”.
Para Sergio Romero, portavoz parlamentario de Ciudadanos, esta modificación “no solo era necesaria sino absolutamente oportuna” puesto que “se da un gran paso para luchar contra la corrupción” y “se pone punto final a una práctica poco democrática que altera las mayorías expresadas por la ciudadanía en las urnas”.
Por parte de Vox, Ángela Mulas ha cuestionado la legalidad de la reforma basándose en un informe de los servicios jurídicos de la Cámara.