El Sevilla cierra la fase de grupos de la Liga de Campeones con el pase a los octavos ya asegurado desde hace dos jornadas pero con la intención de confirmar su primera posición en el Grupo G, y para ello le vale el empate en el Sánchez Pizjuán ante un Glasgow Rangers colista y sin opciones de mejorar su puesto.

El equipo español podría, incluso, ser primero con una derrota ante el conjunto escocés, pues sólo hace falta que el Unirea Urziceni rumano no gane en el campo del Stuttgart alemán, en un partido en el que ambos se juegan pasar a la siguiente ronda.

La formación que entrena Manolo Jiménez, pese a tenerlo todo casi hecho en esta fase del torneo, saldrá hoy a disipar las dudas creadas en las últimas semanas, ya que encadena tres partidos seguidos sin ganar, con dos empates consecutivos en Sevilla en la Liga, ante el Málaga (2-2) y Valladolid (1-1), y en medio una derrota en Bucarest ante el Unirea (1-0).

Una de las excusas que se han puesto en estos días para la mala racha es la acumulación de lesionados y la verdad es que la enfermería está repleta.

A las bajas ya conocidas de las últimas semanas de los argentinos Federico Fazio y Lautaro Acosta y el belga Tom de Mul, se une ahora la del brasileño Luis Fabiano, el goleador del equipo, que con un esguince de tobillo de grado dos estará de baja unas tres semanas.

Siguen sin entrar en la convocatoria el lateral brasileño Adriano Correia y el central francés Julien Escudé, quienes aún no están recuperados totalmente de sus lesiones y la decisión es reservarlos.
También andan renqueantes el central francés Sebastien Squillaci y el lateral Sergio Sánchez. Sí ha entrado en la convocatoria el delantero malí Kanouté.