Estamos en tiempos de Olimpiadas , cosa que ha aprovechado Pedro Sánchez y se ha autoconcedido esta semana la Medalla de oro en las vacunaciones contra el coronavirus.
Pero, claro, una cosa es Sánchez y otra muy diferente son los ciudadanos que no opinan lo mismo por su gestión con la pandemia. Y no es que lo diga yo, que lo digo también , sino que así lo reflejan las cifras de las encuestas: el presidente español es el peor valorado por sus propios ciudadanos en relación a la gestión de la crisis sanitaria de todo el continente europeo.
Los progresos en el avance de la vacunación destacan a España como país puntero a nivel mundial, pero los ciudadanos relacionan el éxito en este apartado con las comunidades autónomas, que son las responsables de los organismos con las que han ido gestionando sus citas para recibir los pinchazos. De ahí que desconfíen de Sánchez cuando este quiere sacar pecho colgándose medallas por el éxito de la campaña. Y en ningún caso, además, habla de los más de cien mil muertos que si tenemos en cuenta que en los últimos meses el Instituto Nacional de Estadística ya no ha dado cifras de muertos, significa que estos muertos son ya muchos más que esos cien mil que nos están diciendo.
En realidad, los ciudadanos ven a Sánchez como el culpable de la tardía reacción en España ante la llegada del virus, culpable de que el país fuera durante mucho tiempo el líder mundial en fallecidos por habitantes, culpable de que la Administración central incluso nos mintiese a diario con el número de muertos rebajando las cifras oficiales en decenas de miles con respecto a las reales y, por último, de que la crisis económica provocada por la pandemia fuera especialmente sangrante en España.
Todos estos factores hacen que Pedro Sánchez sea el líder europeo que es peor valorado por sus propios ciudadanos, Y eso lo muestra el informe demoscópico que publica el prestigioso diario italiano, Corriere Della Sera.
Según Corriere , Pedro Sánchez es calificado por los ciudadanos españoles con un 4,26 por su gestión de la pandemia. Esta cifra le coloca como el mandatario con peor valoración por parte de sus propios ciudadanos, encontrándose a años luz de distancia del 7,42 que recibe la alemana Angela Merkel, y también lejos del italiano Mario Draghi (6,15), del francés Emmanuel Macron (6,15), del neerlandés Mark Rutte (5,27), del austriaco Sebastian Kurz (5,17) y hasta del polaco Mateusz Morawiecki (5,02). Está claro que no es medalla de oro, sino que ha quedado eliminado a las primeras….pero lo peor es que se lleva con él a más de cien mil muertos y miles y miles de puestos de trabajo.
