El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), organismo adscrito a la Consejería de Igualdad, ha licitado un contrato por valor de 70.620,61 euros, IVA incluido, que ha adjudicado a la
consultora vasca Promundo Spain Consulting SLU por 56.438,13, IVA excluido, cuyo objeto es hacer "la realización de un estudio, mediante encuesta, propuesta de un plan de actuación y consultoría y asistencia para el fomento de las masculinidades en positivo en Andalucía y la implantación de las políticas necesarias para esos objetivos".
En el perfil en Linkedin del CEO de Promundo Spain Consulting, que tiene su domicilio social en Vitoria, puede leerse que esta empresa es "una consultoría especializada en investigación, desarrollo de programas y formación sobre los hombres, las relaciones de equidad, la salud, sexualidad, los cuidados y la prevención de la violencia" y que se integra en la Alianza Promundo Global Consortium, con sede central en Washington y entidades asociadas en Brasil, Portugal y East Africa.
El contrato, publicado en el perfil del contratante del IAM, consultado por Europa Press, tiene una memoria justificativa que define la masculinidad positiva como
"una forma de vivir ésta de manera más abierta impulsando la igualdad de género".
El IAM argumenta que una de sus pretensiones con esta iniciativa "es trabajar en la prevención de la violencia y de la desigualdad de género", de la que ha puesto de manifiesto que ha ido impulsando en la educación, por cuanto alega que "la igualdad se aprende y las relaciones igualitarias".
Con la premisa de que "el movimiento feminista ha impulsado el cambio" para la igualdad entre hombres y mujeres, precisa que "numerosos organismos internacionales y estudios" han llegado a la conclusión de que "sin la participación de los hombres en este cambio, éste no será posible".
El IAM sostiene en su memoria justificativa del contrato para la elaboración de un estudio sobre la masculinidad en positivo que "la igualdad tiene beneficios directos para los hombres", que se traduce en "asumir mayores responsabilidades en el cuidado de las demás personas y de uno mismo, aumenta la autoestima, favorece el crecimiento personal y mejora la calidad en las relaciones entre hombres y mujeres".
La iniciativa advierte de la necesidad de "cambiar las actitudes de los hombres hacia prácticas más igualitarias" tras reconocer que "no todos los hombres reproducen los estereotipos de género o comportamientos sexistas del modelo masculino hegemónico en el que todos los hombres han sido socializados".
El IAM, que percibe como "un elemento positivo la participación activa de los hombres en la lucha social contra la violencia hacia las mujeres" y al que reclama "una posición de denuncia de ésta y otras violencias", sostiene que "no se debe tolerar ni justificar la violencia machista sea ésta de carácter físico, sexual o psicológico".
CATÁLOGO DE CUALIDADES DE MASCULINIDADES POSITIVAS
En la enumeración de "cualidades con masculinidades positivas", recogida en la memoria justificativa del contrato del IAM, se señala "compartir el control de la realidad con las mujeres, no utilizar el poder para imponerse sobre otros", al que suma "promover formas justas de vivir en sociedad, luchar por disfrutar de su trabajo y de su hogar por igual, compartir las labores domésticas y el cuidado de los hijos e hijas".
El IAM aboga en su memoria justificativa por que el hombre sea consciente de "la construcción cultural de la masculinidad", a la que suma "promover la no violencia en sus hijos y en otros hombres", así como que se cuestione "la visión esencialista de los conceptos de masculinidad y feminidad".
Prosigue en su listado de directrices para la construcción de una masculinidad en positivo la recomendación de "aceptar otras manifestaciones de la masculinidad distintas de la tradicional", así como "oponerse al machismo".
"Reconocer las consecuencias negativas que el machismo ha traído a sus relaciones interpersonales", aboga el IAM en su diseño de la masculinidad en positivo, a la que suma "no ver amenazada su masculinidad por compartir sus puntos de vista con las mujeres".
El IAM insta a "conservar algunas cualidades masculinas tradicionales positivas", mientras que apela a
"ser contrario a una educación sexista y homofóbica para los hijos", así como reclama que "la madre debe participar en el proceso de hacer al hijo un hombre", de manera que éste "no desarrolle una identidad masculina agresiva ni egocéntrica".
Mientras insta a "no considerar la heterosexualidad el único patrón para definir su virilidad y su vida social", el IAM asegura que la definición de "las nuevas masculinidades positivas no impone ni sugiere un nuevo modelo a seguir, ni constituye una serie de requisitos para catalogar a un varón como no machista y no homofóbico", por lo que apuesta por que "cada hombre tiene la libertad de decidir la clase de masculinidad con la que se siente más cómodo, aunque las cualidades sean incompatibles con la noción tradicional de la masculinidad".
"Este hecho puede servir para identificar a aquellos varones que han comenzado a establecer un cambio real en su modo de actuar y de pensar; e incluso para señalar a aquellos que, viviendo una situación contradictoria, aún permanecen presos de un posición inauténtica", afirma la memoria justificativa del contrato del IAM.