La hermandad del Rocío de Arcos celebró el sábado una jornada muy especial con motivo de la salida procesional de la sagrada imagen de la Virgen, la cual, como viene siendo habitual, estuvo acompañada por sus hermanos y devotos con sus rezos por sevillanas. Este año se vivieron unos momentos especiales cuando la amantísima titular visitó la capilla de la Virgen de las Aguas, donde tuvo lugar un acto de comunión parroquial. En el mismo hubieran estado presentes las hermandades y cofradías de la parroquia de San Francisco, las catequistas, las comunidades y los fieles en general.
Durante el encuentro se procedió a la proclamación de la palabra seguida de unos momentos de anuncio y testimonio de la misericordia del Señor, atendiendo así a las indicaciones que viene haciendo el santo padre, el papa Francisco, de proclamar el evangelio y anunciar a Jesucristo, el pastorcito Divino, “por todos los rincones en las periferias”.
Actos como éste, se irán repitiendo a lo largo de todo el año, siendo el próximo en el mes de junio coincidiendo con la salida procesional de San Antonio, una forma de poner su particular granito de arena por la nueva evangelización desde la hermandad rociera.
Antes de la procesión, se celebró la función principal de instituto en la parroquia de San Francisco. Junto al ofertorio, los hermanos realizaron pública protestación de fe. Todo ello en el que se puede considerar su mes grande después de los cultos, el pregón rociero, la presentación del cartel y cuantos preparativos comportante la Romería de Pentecostés cada vez más próxima.
El viernes, durante la celebración de la misa, tuvo lugar la exposición y adoración del Santísimo Sacramento, con la solemne procesión claustral que culminaría con la bendición y reserva. Ese día, los nuevos hermanos fueron recibidos canónicamente.
