El nuevo hermano mayor de la hermandad de Cristo Rey y María Santísima de la Fuensanta, Antonio Castellano Montes, ha agradecido públicamente la asistencia a su toma de posesión, comenzado por la presidenta del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Mari Nieves Sánchez Tenorio, los miembros de la Permanente, el alcalde, la Corporación municipal, todas las hermandades y las personas que el pasado domingo compartieron con él un momento tan especial en su trayectoria cofrade.
Este agradecimiento se hace extensivo en especial a todos los hermanos, a la asociación de María Auxiliadora, a los miembros de Cáritas de María Auxiliadora, a Antonio Rosa con su coro, a Antonio Parra (catequista de la Parroquia) y a todas las personas que han colaborado con este acontecimiento, sin olvidar al director espiritual y párroco, Juan Manuel Sotelo Maestre y a los miembros de la anterior junta de Gobierno, con un cariño especial a José Serrano y a Joaquín Rodríguez.
Antonio Castellano pronunció un emotivo discurso que comenzó con palabras de agradecimiento a todos los hermanos que el pasado día 16 de mayo depositaron su voto y su confianza en la nueva junta de Gobierno, “que empieza su andadura con la ilusión por bandera y con las ganas de compartir nuestra fe en nuestra hermandad, ofreciéndonos desde este mismo momento a todos los hermanos con el fin de crear una hermandad abierta a la colaboración mutua. De nuevo, gracias.
No quiero dejar pasar tampoco este momento sin manifestar mi agradecimiento al padre Juan Manuel Sotelo Maestre, nuestro director espiritual, el que está haciendo posible nuestra plena integración en la Parroquia, haciéndonos sentir verdadera parte de ella; situación deseable, reconfortante y fructífera que no hubiera sido posible sin él, y el verdadero medio del que se ha valido el Señor para llamarme y animarme a esta misión que ahora comienza. La hermandad debe estar siempre agradecida a nuestros hermanos José Serrano y Joaquín Rodríguez por todo lo bueno que han hecho por ella durante el tiempo que han estado al frente de la misma.
Permitidme que también me dirija a los demás miembros de la Junta saliente, gracias por su indiscutible entrega y trabajo en estos cuatro años, que han fructificado en ambiciosos proyectos, hoy realidades, para nuestra hermandad. A los que abandonáis la junta tened siempre presente vuestro paso por la misma, de la historia de la cual ya formáis parte, y que permanecerá siempre abierta para vosotros.
Vivimos una época de transformación y de cambios en todos los sentidos, y pertenecer a una Junta de Gobierno de una institución de la Iglesia y trabajar por la Iglesia se ha convertido en algo de otros tiempos. Muchos han sido los que nos han felicitado y muchos los que han dicho todavía tienes ganas de meterte en esto. Pues yo digo que sí, que merece la pena trabajar desde esta parcela de la Iglesia que son las hermandades y cofradías, a pesar de que se piense todo lo contrario, a pesar de que se diga lo ingrato que es este mundo. Trabajar por llevar el mensaje de Cristo a todos debe ser suficiente y no esperar reconocimientos ni gratitudes.
Y esta Junta de Gobierno que desde hoy presido debe tener claro esta vocación de servicio sabiendo que el cargo no es privilegio, sino carga, y no esperar más recompensa que la satisfacción del deber cumplido, que no es poco, y que todo lo hagamos impulsados por el amor a Nuestros Titulares, Jesús en su entrada en Jerusalén y su Bendita Madre”.
Castellano finalizó rezando: “Santísima Virgen de la Fuensanta, bajo tu manto nos cobijamos y a Ti encomendamos nuestra gestión al frente de la hermandad los próximos cuatro años; que siempre esté encaminada al bien de nuestra corporación, de sus hermanos y de la Santa Madre Iglesia”.
