—CD Guadalcacín— Lebrón, Alberto, Juanma Carrasco, Diego Galiano, Paquito Castillo, Luis Castillo (Dani, 80'), Borja, Alfonso, Mendoza (Juanito Benítez, 63'), Kevin y Piñero (Topo, 63').  

                                                                                   
—Arcos CF— Ismael, Pesca, Casillas, Adri, Chato, Iván Guerrero, Juanca (Dani Zúñiga, 75'), Zurdito, Iván Jiménez (Ati, 87'), Heredia y Jordi (Xavi, 55').
Goles: 0-1, Casillas, min. 82.


Árbitro: Pozo Osuna (Sevilla). Sin complicaciones. Amonestó a Iván Guerrero y Casillas. 

 
Incidencias: Partido de la sexta jornada disputado en el estadio municipal de Guadalcacín, de césped artificial. Unos 500 espectadores.             


El Arcos consiguió de una vez por todas romper la terrible sucesión de derrotas consecutivas que había sufrido durante las cinco primeras jornadas de la competición liguera y logró vencer en un campo -el del CD Guadalcacín- donde nadie lo había hecho hasta el momento.


La victoria, la primera que obtiene el equipo arcense en esta temporada, se basó en un buen entramado defensivo asentado en la seguridad en la portería del Arcos de un guardameta en vena de aciertos, Ismael, que salvó los muebles a su equipo cuando más lo necesitaba: en el último minuto de la primera mitad, lanzándose a los pies de Mendoza cuando el delantero se quedó solo delante del portero a pase de otro exarcense, Kevin, y en el min. 74 de partido, sacándole un balón a Diego Galiano a la salida de un saque de esquina que él mismo había forzado desviando con agilidad un tiro de Juanito Benítez que ya se cantaba como gol.


Otro de los factores que influyeron en el triunfo de los de Keko Rosano fue el extraordinario trabajo de Iván Guerrero en la posición de pivote defensivo, donde se convirtió -al igual que sucedió frente al Algeciras- en una auténtica referencia del equipo y donde realizó un trabajo agotador, actuando de 'stopper' por delante de la defensa para neutralizar y cortar los desplazamientos en largo del equipo de Ismael Pérez, otro de los técnicos que también han dirigido al Arcos en alguna etapa de su reciente historia.


Pero no hay que olvidar ni dejar en un segundo plano la valiosísima aportación que ha traído al conjunto arcense el regreso de David Casillas, pletórico de fuerza y de ganas, autor del gol arcense en una de sus subidas al área rival y firme bastión de una línea defensiva que no tiene nada que ver con la de las cuatro primeras jornadas y que ha ganado en consistencia con la entrada en el lateral derecho de Pesca -uno de los destacados del equipo-, de Adri en el eje de la defensa como central zurdo junto  a Casillas y la recolocación de Chato en su puesto natural, el costado izquierdo.
El Arcos fue minando poco a poco la resistencia de un rival que se las prometía muy felices recibiendo la visita del farolillo rojo en una mañana en la que se vieron muchas caras conocidas en el estadio de la pedanía jerezana (Carlos Fontana, Canito, Mendoza, Jairo, Raúl López...). Los locales apretaron de lo lindo aprovechando las reducidas dimensiones del terreno de juego para poner en aprietos la portería del Arcos, principalmente en jugadas a balón parado y en saques de banda.


Las situaciones más comprometidas para el área visitante llegaban en errores en el pase y en el control del balón, muy evidentes en un campo de césped artificial tan pelado como el del Guadalcacín, que pusieron en serios apuros la integridad del marco defendido por Ismael.
El partido estuvo muy trabado en la primera mitad por las continuas interrupciones para atender a jugadores doloridos en algún choque o caída fortuitos (Borja y Pesca), deteniéndose el juego en varias ocasiones y no había un dominador claro.


El Arcos dejaba hacer al Guadalcacín de mitad de terreno hacia arriba y le apretaba y encimaba a medida que se iba acercando a su campo. El peligro para los blancos llegaba en errores propios más que en aciertos del contrario -como un fallo de Chato en un saque de banda al escapársele el balón de las manos- y en el peligro para los de Arcos de sufrir alguna amonestación antes de lo normal, como varias faltas cometidas por Zurdito con reiteración y que el árbitro pasó no quiso sancionar con la amarilla.


El buen trabajo de contención de Iván Jiménez y la habilidad de Heredia por la banda izquierda daban aire a los de Rosano y presagiaban un final más venturoso que el de jornadas anteriores, pero se echaba en falta mayor mordiente en la punta de ataque para decidir la balanza a favor del Arcos.


El peligro para Ismael estaba en las pérdidas de balón propias, como la de Heredia en el min. 28, que provocó una contra local y la tarjeta a Iván Guerrero por cortar la jugada en falta para salvar la comprometida situación. Antes del descanso llegó la ocasión más clara de los locales, con Mendoza delante de Ismael para fusilar.


El portero arcense atajó lanzándose a sus pies para cerrar el ángulo de tiro y conjurar una jugada de peligro extremo para su portería. Se había evitado un gol sicológico.


En la segunda parte, las entrada de Xavi por Jordi y de Zúñiga por un agotado Juanca dieron alas al Arcos. El joven extremo arcense fue un revulsivo por la banda derecha y logró revitalizar el ataque de los de Rosano. La potencia y pegada de Zúñiga sembraron la alarma en la defensa local.
Ambos participaron en la jugada del gol de Casillas, Zúñiga metió en profundidad a Xavi, que llegó hasta la línea de fondo y dio el pase de la muerte al central pradense, que no perdonó, impulsando el balón con el pie derecho al fondo de la portería. Keko blindó entonces la defensa para que no hubiera sorpresas desagradables de última hora como pasó frente al Algeciras y metió a Ati en el centro de la zaga para reforzarla en los balones aéreos, pasando a Casillas al lateral derecho.
Afortunadamente, esta vez no hubo sustos y el Arcos inauguró su casillero de puntos y de victorias en esta temporada y pudo respirar tranquilo y satisfecho por primera vez en lo que se lleva de liga. El sábado de Feria, a las 19.00 h, espera en casa el Écija, décimo clasificado.