No hay cementerio en nuestra tierra que se precie que a estas alturas del año no ofrezca su mejor imagen. El de Arcos, como cualquier otro camposanto andaluz, se prepara para recibir a miles de personas que el próximo puente festivo de los Difuntos y Todos los Santos honrarán ‘in situ’ a sus seres queridos. Si bien la práctica cada vez más habitual es la incineración, también es cierto que un sector aún importante de la población prefiere descansar para siempre en un lugar tan convencional como el cementerio.
El Ayuntamiento de Arcos se ha afanado estos días con diversas tareas, siendo la principal el arreglo de las cornisas del muro exterior perimetral debido a su deterioro. Veinte operarios albañiles, pintores, cerrajeros y de otras profesiones llevan a cabo los trabajos extraordinarios, que ocupan en este sentido a operarios regulares y también a personas contratadas a través de Servicios Sociales.
Otra novedad ha sido la instalación de bandas sonoras para facilitar el acceso al camposanto de personas invidentes, como también se han pintado pasos peatonales y los propios paramentos del recinto.
El cementerio municipal de San Miguel viene agotando desde hace su espacio. El pasado año el Ayuntamiento llevó a cabo una primera fase de trabajos de ampliación del recinto que proporcionó unos 300 nuevos nichos. Con esta obra el camposanto tiene capacidad para aproximadamente un año y medio, de ahí la intención de realizar una segunda fase para dotarlo de un número parecido de nichos. Con la tercera fase, ya a más largo plazo, se crearía un total de 900.
Además, el equipo de Gobierno ha facilitado a los vecinos nuevas escaleras para que, a título particular, puedan blanquear sus sepulcros en altura.
Los trabajos de adecentamiento fueron visitados por el alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, y los delegados de Urbanismo y Medio Ambiente, Diego Carrera y Jesús Rojas, quienes esperan que el cementerio luzca especialmente estos días. Paralelamente, a partir de este sábado 26 se ampliará el horario de apertura del cementerio para garantizar la fluidez de las visitas.
El equipo de Gobierno asegura estar trabajando para la recuperación de una zona del camposanto donde hay personas sepultadas desde el siglo XIX, un lugar prácticamente derrumbado al que no se puede acceder tanto por una cuestión de seguridad laboral como de patrimonio familiar. Más allá del problema técnico, el Ayuntamiento debe iniciar los trámites con las familias afectadas para el desplazamiento de los restos mortales; un complicado proceso desde el punto de vista administrativo y legal.