La Diócesis de Cádiz y Ceuta ha expresado "su honda preocupación y profundo dolor" ante el nuevo naufragio de un patera en la costa de la provincia y ha organizado una vigila que presidirá el próximo jueves el obispo Rafael Zornoza, en memoria de los diez inmigrantes fallecidos en el siniestro y de los 15 que continúan desaparecidos y para denunciar la "globalización de la indiferencia" ante el drama de la inmigración.
El Secretariado de Migraciones de la Diócesis de Cádiz y Ceuta indica que este naufragio, ocurrido en la noche del pasado jueves a 37 millas al oeste del cabo de Trafalgar, es "uno de los más graves dramas humanos de la inmigración ocurridos en las costas del litoral gaditano".
"Siguen las muertes y sigue la 'globalización' de la indiferencia. Año tras otro, desde la impotencia y la rebeldía interior, se nos sigue helando el corazón con cada rescate o desaparición de un inmigrante fallecido. Sucede todos los años. Unas veces en esta orilla y otras en la de enfrente. Los cadáveres ya forman parte de este paisaje", indica.
"A veces, nos toca enterrar a los muertos con la mayor dignidad posible; otras veces, el mar se los traga y sólo el cielo y las estrellas acompañan a estos muertos", lamenta. "Y todos los que tienen algo que ver en este asunto miran para otro lado, porque la culpa de los fallecidos en las dos orillas del Estrecho siempre la tienen los muertos", añade.
Para expresar "su solidaridad con las familias de todos estos inmigrantes, denunciar la muerte de todas estas personas inocentes y las causas que las originan, y demandar a los Gobiernos de todos los países afectados en estos graves sucesos que se aborden las políticas y los medios necesarios para evitar que se repitan estos dramas y tragedias", el Secretariado de Migraciones ha convocado una vigilia el jueves 21 de octubre, a las 18.30 horas, en la playa del Carmen de Barbate. El Secretariado pondrá un autobús para todo aquel que quiera asistir al acto.
"Desde el silencio de nuestra oración queremos hacer llegar hasta la otra orilla nuestro dolor y nuestra solidaridad y afecto, al tiempo que expresamos nuestro deseo de que este paso fronterizo en las aguas que separan las dos orillas dejen de ser espacios de dolor, sufrimiento, dramas y muertes, y se conviertan en lugares de encuentro, amistad e intercambio entre los pueblos de los dos continentes", concluyen.
