Entre la gran oferta gastronómica de Barbate y alrededores, encontrar un lugar con el que sorprender no es sencillo, hasta que conoces ‘La Traíña’ de Zahora.
Un jardín de ensueño, una decoración exquisita y llena de historia, una atención cercana, una localización casi secreta entre playas vírgenes y, lo más importante, comida de diez con el mejor producto de la zona"Un jardín de ensueño, una decoración exquisita y llena de historia, una atención cercana, una localización casi secreta entre playas vírgenes y, lo más importante, comida de diez con el mejor producto de la zona.
Este restaurante, ubicado a apenas 15 minutos de Barbate, en la pedanía de Zahora, cuenta con la magia suficiente para atrapar al que visita esta particular Traíña de gastronomía pura y alma marinera.
Al mando de este local están Antonio Barrientos y Alejandro Montero, dos barbateños que con dedicación y pasión han logrado posicionar a La Traíña como uno de los restaurantes más destacados de la costa gaditana.
Su puntuación en páginas influyentes como Tripadvisor o Google hablan por sí solas. Opiniones fabulosas que les han posicionado entre los primeros puestos, con la satisfacción de que quién opina es el propio cliente.
Novedades de la temporada
Y la nueva temporada la acaban de inaugurar con grandes novedades: una reforma en toda la zona de barra que realza aún más su mejor escaparate: el producto km cero.
La nueva barra, que simula a una tradicional pescadería, da la bienvenida a este jardín escondido entre los pinares de Zahora.
Y cuando el producto da la bienvenida, ya se pueden imaginar qué es lo que recibe más mimo: la materia prima por encima de todo.
Y es que la Janda tiene una despensa con todo lo suficiente para agradar... ¡y repetir! Y en La Traiña lo saben: el mejor atún de almadraba -el de Gadira-, la mejor carne, la de Paco Melero-, las mejores verduras, -las de la huerta- o los exquisitos piñones, -los de La Breña-. Y esta es la gran columna vertebral de su carta: materia prima de cercanía y las manos más expertas, las de las madres barbateñas. Las madres de los propios Antonio y Alejandro, ambas hermanas.
La sintonía se palpa en esa cocina familiar. No hay mejor manera de cocinar el entorno que a través de las manos de las madres. Las mismas que aprendieron de las abuelas, que cocinaban guisos marineros con pescados recién traídos de sus maridos tras la noche en la mar.
Por eso en esta traiña se navega pausado y se pesca bien, con la magia de la luz de Trafalgar. Un lugar secreto de Barbate, para algunos aún por descubrir.
Se puede hacer reserva online.
