La Guardia Civil de Cádiz ha llevado a cabo una actuación contra la comercialización ilegal de piñas en el Parque Natural de la Breña y Marisma del Barbate, donde se ha clausurado una piñera ilegal y se han intervenido más de 3.000 kilos de este género.
En una nota de prensa, la Benemérita indica que estas actividades ilícitas pueden afectar al equilibrio natural de la especie, ya que su recolección cuando no están lo suficientemente maduras "puede producir efectos ecológicos negativos" al perderse su capacidad germinativa.
La actuación de la Guardia Civil tuvo lugar el sábado día 25 de octubre por la tarde, cuando guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) con base en Chiclana de la Frontera y guardias civiles del Puesto de Barbate actuaban en la zona del Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate al tener conocimiento de que un individuo había instaladio una piñera ilegal.
La información recogida por los agentes desvelaba que el almacenista y propietario de la finca "carecía de cualquier tipo de documentación que acreditase la trazabilidad del producto, así como de licencia municipal, libros registros y demás permisos y documentos necesarios para realizar éste tipo de actividad".
En el operativo, el titular de la finca almacenaba en el momento de la inspección más de 3.000 kilos de piñas dispuestas para su venta. Junto a las mismas se encontró una báscula de pesaje tipo comercial.
Además, los guardias civiles encontraron ocultas varias plantas de marihuana, por lo que procedieron a incautar la droga y levantar las actas correspondientes. Las piñas intervenidas quedaron a disposición de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Cádiz.
Cabe destacar que las piñeras que funcionan de manera legal no están aún abiertas por ser época de veda, estando prohibida la recolección y almacenamiento de piñas, ya que estas prácticas pueden "afectar al equilibrio natural de ésta especie perjudicando su conservación".
La comercialización ilegal de las piñas "perjudica seriamente al sector que realiza esta actividad comercial de manera legal, ya que fomenta la competencia desleal y el aumento de la economía sumergida que conlleva la recogida, transporte y venta por parte de personas que sin contar con ningún tipo de autorización se dedica a ésta actividad".
