El lago de los cisnes es un cuento de hadas-ballet estructurado en cuatro actos. La música fue compuesta por Piotr Ilich Chaikovski.
La primera representación tuvo lugar el 4 de marzo de 1877 en el Teatro Bolshói de Moscú. Contrario a su gran reconocimiento actual, esta obra estuvo rodeada de reveses desde su estreno; además de su pobre producción inicial, de la cual se han perdido algunos registros, las creaciones de la música y la coreografía original no fueron paralelas debido a desacuerdos técnicos entre las partes, pues Chaikovski (poco familiarizado con la composición de ballets) trabajó de forma rápida, innovadora y despreocupada en una partitura que terminaría desconcertando a Reisinger.
Todo ello hizo que la obra no fuese bien aceptada ni por el público ni por la crítica. Las primeras ideas que tuvo Chaikovski acerca del lago de los cisnes fueron reorganizadas, y el pas de deux que compuso originalmente para el cisne negro fue sustituido por otro, compuesto también por él.
Desde entonces, numerosas revisiones y puestas en escena mantuvieron fresca esta subestimada obra, de modo que a mediados de los años 40 del siglo XX empezó a ser ampliamente reconocida como paradigma del ballet.
El lago de los cisnes bailado con la música de Chaikovski es actualmente uno de los más reputados títulos del ballet mundial y una de las mayores exportaciones artísticas de la Rusia imperial, así como una de las obras emblemáticas del compositor. Bailarines tan geniales como Anna Pávlova y Rudolf Nuréyev han dejado su huella en esta duradera obra maestra.