Las consecuencias de la pandemia durante 2021 han hecho más mella en el sector del automóvil que el confinamiento duro y la irrupción del Covid. Según los datos facilitados por la Asociación de Concesionarios de Automóviles de la Provincia de Cádiz (Acoauto), la matriculación cayó en el pasado año un 8,2%, con 15.392 unidades frente a las 16.767 registradas en 2020.
El presidente de la organización, Ricardo Alfonso Álvarez, admite que “esperábamos que el balance fuera mejor”, pero la incertidumbre generada por el caos sanitario, por un lado, y la escasez de microchips, por otro, lastraron las cuentas, con un mes de diciembre, tradicionalmente muy potente, en mínimos, con un 14,2% menos en el número de matriculaciones. El problema persiste. “El ritmo de fabricación no da respuesta a la demanda”, advierte, de manera que, en la provincia, se están produciendo retrasos de entrega de hasta seis meses en prácticamente todas las marcas.
El Gobierno rebajó el Impuesto de Matriculación entre junio y diciembre de 2021, pero el presidente de Acoauto lamenta que la medida no fuera capaz de estimular el mercado porque el problema al que se enfrentan los concesionarios es la crisis de oferta. “Los vehículos no salen de las fábricas”, agrega.
Además, a principios de este año, la tasa ha actualizado los tramos de emisiones lo que, unido al cambio del protocolo NEDC por el WLTP, que obliga a que un alto porcentaje de modelos que, hasta ahora, quedaban exentos del abono la paguen ahora, encarece el precio medio en unos 1.000 euros.
Por comarcas, solo la Costa Noroeste salvó el ejercicio, con 1.534 vehículos matriculados frente a los 1.525 de 2020. El resto finalizó la anualidad con valores en negativos. Destaca especialmente Jerez y Sierra, con una caída del 10,2% (4.422 frente a 4.926) y Bahía de Cádiz (5.213 frente a 5.749). El Campo de Gibraltar anotó un descenso del 8,2%, pasando de 3.913 unidades en el primera año de pandemia a 3.594, en el segundo.
Álvarez, que valora el esfuerzo del sector por mantener el empleo, pese a perder el 5% de los asalariados, se muestra optimista y confía, finalmente, en que el mercado se estabilice a partir de junio.