Los responsables de ambos sistemas de seguridad vial son el empresario pacense Benigno Guerrero y el granadino Armando García, que hace tres años decidieron lanzarse al desarrollo de estas dos patentes.
El sistema del badén inteligente requiere de la construcción de un hueco de unos 20 centímetros de profundidad en la calzada para que pueda ser instalado y en el que permanece “oculto” hasta que detecta que un vehículo circula por encima de la velocidad permitida, explicó los empresarios.
En ese momento sube una plataforma similar a la de los badenes tradicionales que “molesta” al conductor imprudente, si bien han asegurado que su altura cumple con la normativa establecida por el Ministerio de Fomento.
El primer prototipo de este badén automático ya se está probando en la localidad granadina de Otura, donde “en tan sólo un mes desde que se instaló casi la totalidad de los coches han reducido la velocidad”, subrayó.
Además de que el dispositivo cuenta con un sistema de señales luminosas que advierten de su presencia a los conductores, una de las principales ventajas de este badén con respecto a otros se encuentra en su capacidad para detectar ambulancias o coches de bomberos.