Eva Tubío admite que no esperaba el revuelo formado por el anuncio de su dimisión como concejala de Vivienda y Salud, que se hará efectiva a final de este mes, para reincorporarse a su plaza como empleada del Ayuntamiento. “Lo anuncié al alcalde”, José María González, Kichi, “en diciembre y me pidió que estuviera unos meses más”, explica, pero “necesito centrarme en mi trabajo”, cerrando la etapa política para abrir una nueva en su vida.
Tubío descarta cualquier trasfondo político en su decisión. “Creo en la unidad de la izquierda, ojalá podamos ir juntos” a las urnas el próximo 28 de mayo.
Y niega, igualmente, que su salida del equipo de Gobierno abra una crisis. “Todos los proyectos están en marcha”, especialmente aquellos vinculados con Procasa, la empresa municipal de vivienda. “Lo poco que quede, podrá hacerlo la persona” en la que se deleguen sus competencias. Pero “todo”, remarca, “todo está planificado y organizado”, en las calles Setenil de las Bodegas, Santiago...
Precisamente, en materia de vivienda, defiende con especial vehemencia el legado de su gestión y del equipo de Gobierno en estos dos últimos mandatos. “El PP construyó vivienda protegida con la que obtenían recursos”, algo que “respeto, pero no es nuestro modelo”. “Defendemos las viviendas públicas porque es un problema y lo será”, advierte. No en vano, “Málaga ha declarado la emergencia habitacional ya”.
“Hay que mejorar”, admite, pero saca pecho con los logros conseguidos: “250 viviendas en ocho años, entregadas, en construcción o aprobadas, que se suman al parque público”.