Aunque fue el Viernes de Dolores cuando se iniciaron en Cádiz los desfiles procesionales con las hermandades de vísperas, el Domingo de Ramos se considera por antonomasia la inauguración oficial de la Semana Santa gaditana. Con esa premisa y cumpliendo con el refranero español que dice que, “El Domingo de Ramos, quien no estrena se le caen las manos” Cádiz cumplió con el ritual y estrenó por todo lo alto, una semana con un sol primaveral envidiable, de esos que un cofrade firmaría siempre, donde no hizo falta mirar al cielo, nada más que para maravillarse de su tono azul intenso.
El Domingo de Ramos se considera el día más gozoso de la Semana Santa, ya que litúrgicamente se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, a lomos de un borriquillo. En Cádiz son cinco las hermandades que salen a realizar su estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral: La Borriquita, El Despojado, La Cena, Las Penas y Humildad y Paciencia.
Borriquita
Los cofrades más tradicionales coinciden en que son casi más bonitos los prolegómenos que el propio momento de la salida. Y en efecto, ver desde bien temprano cómo se van acercando por las inmediaciones de la Parroquia de San José los chiquillos ya revestidos de penitentes, es algo que colma a la ciudad de un autentico sabor cofradiero.
Eran las 13.30 horas cuando el pregonero de la Semana Santa, Fernando Pérez, abría las puertas de San José -como es tradicional- para dar inicio al primer cortejo procesional de la semana. Las puertas se abrían ante la presencia de históricos cofrades de La Borriquita como Antonio Barrueco, Pinteño o la familia Aguirre. El pregonero, como saben, periodista de Canal Sur Radio, casi que simultaneó la retransmisión con la apertura de la puerta, sosteniendo incluso el micrófono en las manos. En el interior, un revuelo de palmas y capirotes rojos se arremolinaban, dando paso a los primeros tramos de hermanos, con los más pequeños como protagonistas.
Fernando Pérez volvió a la escena para dar el primer toque de martillo, mientras que el paso se deslizaba sobre el frío mármol del templo hasta situarse bajo el dintel de la puerta. Sonaba la Marcha Real interpretada por la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Salud y comenzaba así la Semana Santa de 2023. Seguidamente sonó la marcha Jesús de la Paz, obra de Pedro Manuel Pacheco, y el paso echaba a andar por una Avenida de Andalucía donde –usando el tópico- no cabía ni un alfiler.
Una de las grandes novedades de esta cofradía era el equipo de capataces que iban comandando los pasos, tanto en el misterio como en el palio. Francisco J. Gallardo y Manuel García (Cristo). José Manuel Velasco y Juan Manuel López (Virgen).
Llegaba el momento de ver salir a María Santísima del Amparo bajo palio, estrenando una nueva corona de plata sobre dorada, realizada en los talleres sanluqueños de Ricardo Muñoz. Antes de comenzar a andar, uno de los capataces daba unas palabras de ánimo a los cargadores. Realizaron la maniobra de salida, y el palio más alegre comenzó a transitar por una de las arterias principales de la ciudad camino del centro. Tras la marcha real sonó Paz y Amparo de Pedro Morales, dedicada a esta dolorosa sin lágrimas en los ojos. Cabe destacar que la virgen del Amparo cumple este año el 75 aniversario de su bendición y puesta al culto.
Despojado
Desde el colegio de los salesianos partía a las 15:15horas, el cortejo de hermanos de Ntro. Padre Jesús del Amor Despojado de sus vestiduras, formando un río de túnicas blancas de cola y cirios al cuadril pomposo y solemne. Una hermandad que ha crecido en los últimos años, de manera considerable. Casi trescientos penitentes puso en la calle, con una media de edad bastante joven. La hermandad del Despojado es de las más seguidas durante todo su recorrido, por lo espectacular de su andar valiente. Fue emotivo su paso por la calle Sopranis ya de recogida, cuando sus cargadores mecieron el paso de una manera brillante, arrancando así el aplauso de los asistentes. Acompañado durante todo el tiempo por un numero elevadísimo de gaditanos hasta el casco antiguo, el señor fue marcando su tradicional andar valiente a doble paso, bajo los sones musicales de la B.C.T. Rosario (Linares).
Sagrada Cena
La jornada estuvo dividida en dos partes. Por la mañana y medio día el protagonismo fue en exclusiva para la hermandad de la Borriquita, mientras que por la tarde y conforme caía la noche, iban tomando protagonismo el resto de cofradías como la Sagrada Cena que hacía su salida desde el Santuario de la Virgen del Rosario (Santo Domingo). Un año más, el dominico y director espiritual de la hermandad, Fray Pascual Saturio se dirigió a la asamblea con palabras de aliento para los más de los casi 200 penitentes que acompañaron al Señor del Milagro, vestidos de hábito blanco. Después de que la Mayordomía entregara las riendas de la cofradía a la Fiscalía, el cortejo fue poniéndose en la calle de manera sosegada, hasta que la marcha real interpretada por la Agrupación musical Polillas hizo saltar todas las emociones del público asistente. La hermandad estrenaba para la ocasión, el dorado de un lateral del paso del Señor del por la doradora de Sanlúcar de Barraeda, Felisa García.
Con ese espíritu festivo y pasional comenzaron las maniobras previas en un paso en el que la cuadrilla de Óscar Jiménez Pérez resolvía con maestría la complicada salida del misterio.
La obra completa de Luis González Rey, llegó con total puntualidad a la Santa Iglesia Catedral. A las 19:05h lo hizo la Cruz de guía y veinticinco minutos más tardes el paso de misterio.
Las Penas
Rozando las 18.20 horas, la cruz de guía de la archicofradía de las Penas llega a la plaza de Pío XII donde se encuentra la Catedral y donde entraba para realizar su estación penitencial. El misterio llegó deslumbrando con el dorado del Canasto trasero nuevo, nuevas cartelas y la crestería del paso del Señor realizado por Juan Carlos García e Isabel Mariño. Los cofrades de Cádiz aún retenían en sus memorias, ese misterio único que la hermandad nos dejó en la procesión magna del pasado mes de septiembre, donde incluyeron en el paso (donde habitualmente solo va el Cautivo) las imágenes de dos sayones judíos, un sanedrita y los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, todas obras del imaginero alcalaíno Ventura Gómez. Pero de aquella imagen ya solo nos queda el recuerdo, puesto que la hermandad volvió a procesionar en la tarde de hoy con la sola imagen del Señor de la Penas de Luis Álvarez Duarte. Eso sí, con el proyecto y propósito de futuro, de conseguir ese mismo grupo escultórico de la magna pero con imágenes propias.
La cofradía de San Lorenzo tenía este año como estreno estrella el bordado del techo de palio realizado por Miguel Ángel García Saucedo, presentado esta cuaresma con una exposición bajo el nombre de “Un cielo de Hermanos” en la Fundación Cajasol, muestra la historia del palio de la Virgen de la Caridad desde su estreno en 1964.
Humildad y Paciencia
El recorrido de la cofradía de Humildad y Paciencia es de los más fugaces de la Semana Santa de Cádiz, debido a la ubicación de su sede canónica (Convento de San Agustín) a muy pocos metros del inicio de la carrera oficial. El capataz del Señor, Francisco José Álvarez Márquez, mandó la maniobra de salida del joyero dorado del Señor que se reencontraba con Cádiz poco después de haber salido (el primer lunes de cuaresma) para presidir el viacrucis oficial de hermandades y cofradías. En esta ocasión lo hacía para iniciar su caminar con los sones de la B.C.T. Rosario (Arriate). A la hora en que salía la Virgen de la Amargura, todavía había luz natural, permitiéndonos así disfrutar de la belleza extrema de esta dolorosa legada en 1967 por el imaginero onubense de Higuera de la Sierra, Sebastián Santos Roja. En su trayecto hacia el primer templo de la ciudad y especialmente a su regreso, la hermandad visita entornos con mucho sabor cofrade como la calle Pedro o Beato Diego José de Cádiz. Tras el despliegue de nazarenos por la calle San Francisco, buscando el inicio de la carrera oficial en la Calle Nueva, sonó la marcha Amarguras de Font de Anta, que es el renovado reencuentro con la tradición gaditana. Así empieza el recorrido oficial de la Humildad y Paciencia, y así se despide la crónica de un magnifico Domingo de Ramos marcado por el buen tiempo y afortunadamente sin incidentes resaltables.