La fiscalía informó ayer de que considera que la diócesis de Friburgo (suroeste de Alemania) tuvo que tener conocimiento de las actividades pederastas de un sacerdote en 1987, ante las cuales Zollitsch reaccionó pidiendo el traslado del cura a otra ciudad.
La denuncia contra Zollitsch, según la fiscalía, fue presentada en mayo pasado.
Sin embargo, la archidiócesis de Friburgo rechazó ayer todas las acusaciones contra Zollitsch.
El arzobispo habría permitido que el párroco, acusado en los años 60 de abusos a niños, fuese reubicado en una parroquia en 1987.