Además de la deuda de 40.000 euros en recibos de la comunidad que acumula el número 22 de la calle América, detrás de unos grandes almacenes, lo cual ha llevado a la Administración de Fincas a una situación límite, este bloque de pisos de alquiler social que gestiona Procasa tiene también una deuda de 213.000 euros en rentas. Así lo ha traslada a VIVA CÁDIZ la propia Empresa Municipal de la Vivienda, después de que muchos vecinos tampoco estén pagando los alquileres (fijados en 150 euros).
Como consecuencia de ello, en estos momentos, añaden las mismas fuentes consultadas, hay abiertos dos procedimientos de monitorios para la reclamación de las dos deudas más altas: una de 9.200 euros y otra de 4.066 euros. A pesar de “numerosas reuniones y mediaciones” que se ha tenido con el vecindario de este bloque de 33 viviendas, propiedad de la Junta de Andalucía, hay muchos inquilinos que siguen sin pagar el alquiler. Por tanto, no solo no pagan el recibo de la comunidad, que no supera los 30 euros -se ha intentado por activa y por pasiva dar facilidades de pago e incluso rebajarlo-, sino que tampoco están al corriente de la renta mensual.
Desde Procasa recomiendan al administrador que recurra al proceso monitorio de deudas, mientras que desde la Junta de Andalucía, titular de inmueble, no han hecho valoración, por el momento, de este conflicto. Días atrás, el encargado de administrar este bloque de pisos reclamó una solución cansado de que ni Procasa ni la Junta intervengan en esta problemática, y reconoció que debido a estos impagos ha habido meses en los que ni siquiera ha podido cobrar.
Por esta razón, cansado de intentarlo por distintas vías está estudiando llevar al juzgado a la Junta, como propietaria del edificio, dado que entiende que no puede hacer lo propio con los inquilinos al no ser los propietarios. Por contra, hay una minoría de vecinos, cinco como máximo, que sí pagan religiosamente sus recibos y su renta y están desesperados por los problemas que les está acarreando esta situación para costear el mantenimiento del bloque en cuanto a limpieza, ascensor y otras cuestiones por la falta de fondos para sufragar sus costes.