Los colegios públicos de la capital gaditana han perdido casi una veintena de líneas ( 11 de Infantil de 3 años y 8 de Primaria) desde el curso 2019/2020, el primero de la pandemia, hasta el de 2021/2022. Si incorporamos las dos de Infantil del curso que acaba de terminar, que no entraba en el estudio, serían 21. Y con las cuatro del curso que viene 25. Así lo resaltaba CCOO en su estudio sobre la creación y supresión de unidades escolares en la provincia de Cádiz, que cuantifica en 400 las líneas recortadas en toda la provincia de Cádiz. Junto con las del CEIP Manuel de Falla de San Fernando, las protagonistas esta semana han sido las familias de tres colegios de la capital gaditana, que se han vuelto a echar a la calle con el apoyo de la Flampa y las AFA de los centros afectados: Tierno Galván, Carlos III y Adolfo de Castro para denunciar la eliminación in extremis de tres unidades escolares de Infantil de cara al curso 2023/2024. En el caso de los dos primeros la Delegación Territorial de Educación ha suprimido la segunda unidad de Infantil de tres años para el próximo curso, justificando la medida en el número de solicitudes registradas en el periodo de preinscripción: 23 de las 50 plazas ofertadas en el primero, y 24 de las 50 en el segundo.
En ambos, los centros públicos rozan la ratio máxima prevista por clase (25 alumnos), una cifra para la que las Flampas y los sindicatos de enseñanza llevan años reclamando flexibilidad para que las aulas ganen en calidad reduciendo grupos. En el tercer colegio, el Adolfo de Castro, las connotaciones son aún más negativas y marcan un precedente en la capital, al suprimir dos líneas y convertirlas en un aula mixta de Infantil y Primaria, es decir, niños desde los 3 años hasta los 8, lo que en el seno de USTEA Cádiz consideran una aberración y tienen claro que es contraproducente para el aprendizaje. “Evidentemente los padres no están de acuerdo, los niños que siguen son porque tienen a sus hermanos en otros cursos; nosotros sospechamos que quieren cerrar el cole, que es un centro en extinción”, advierten desde el sindicato de enseñanza, que mete en este extremo al colegio Gades.
Otras circunstancias en las que también ponen el foco en USTEA es el importante número de alumnos NEAE (Necesidades Educativas Especiales) que están matriculados en el CEIP Tierno Galván, con dos dos aulas específicas de 3, 4 y 5 años, una de ellas con sobreratio. Pese a la demanda, la Junta, ha concertado un aula de apoyo a la integración, cuya resolución provisional salió publicada el pasado 22 de junio, para el colegio Salesianas Cádiz a partir del próximo curso 2023/2024.
Otro ejemplo, critican, de “agravio” de la pública frente a la concertada, con colegios con clases de 13 alumnos tras haber desdoblado ratios, la reivindicación histórica de los públicos. “Es que no estamos hablando solo de las líneas que recorta la Junta un curso, sino de las unidades que va arrastrar cada año esta supresión hasta desaparecer”, alertan. Una decisión que este curso, además, se ha hecho “con hermetismo”, “sigilo” y “en el último momento” para dejar a los centros con poco o ningún margen de maniobra. “Lo han hecho en periodo no lectivo, con las ampas de vacaciones sin darnos datos como antes se hacía, cuando Cs estaba en el Gobierno, en las comisiones provinciales de Educación”.
Detrás de esta realidad, denuncian, está una “falta de planificación y de previsión” que la Junta trata de resolver “con parches” y “dejando morir” a los colegios. Así, desde USTEA Cádiz se detienen en el cierre del colegio Institución Provincial Gaditano, en 2020, que obligó a derivar a niños de 5º y 6º a los CEIP Reyes Católicos, donde se llegaron a crear unidades, y Carola Ribed, y ahondan en la práctica de las sobreratios “ilegales” en las que, a su juicio, incurre la Junta al permitir aulas por encima de los 25 alumnos y no desdoblarlas fuera de los tres supuestos que contempla la ley (violencia de género, cambio de domicilio por traslado y acoso escolar).
Por su parte, desde la Delegación territoriall de Educación insisten en el superávit de vacantes sin cubrir de tres años, 410 de las 1.050 plazas para el alumnado se incorpora por primera vez al sistema educativo, lo que supone un 39%, y destacan el casco histórico, con 300 plazas ofertadas, y 151 solicitudes registradas, lo que deja al 50% vacías.
