Ignacio Romaní, veterano dirigente del PP y diputado nacional por la provincia, tiene claro que los gestos de tensión que se pudieron observar en el Congreso de los Diputados en algunos momentos de la sesión de investidura entre PSOE y partidos independentistas “fue solo teatro” porque “la investidura se hizo en Waterloo y Bruselas”, con Carles Puigdemont.
“El presidente (Pedro Sánchez) necesitaba siete votos y ha aceptado la amnistía para seguir en La Moncloa; esto no va de justicia social ni de mejoras sociales, es un trato por el poder que, se verá en su momento, no se puede justificar por el bien de los españoles y tendrá responsabilidades judiciales, penales y morales”, reflexiona.
De hecho, Romaní sostiene que, durante la votación, se sentía cierta tensión entre diputados socialistas porque “estaban dando el sí a algo en lo que no creen”. “Ha habido muchos silencios durante las intervenciones de Pedro Sánchez”, agrega, y “tendrá que revalidar su Presidencia mes a mes”.
El portavoz del PP expresa su preocupación porque las cesiones a Cataluña y País Vasco pueden pasar factura a Andalucía y la provincia de Cádiz. “Nos estamos jugando inversiones para astilleros, para las infraestructuras ferroviarias, todas por parte de un Gobierno que tiene que contentar a sus socios”, advierte. El PP, añade, va a defender los intereses de los gaditanos en las Cortes. Y niega que la frustración cunda entre las filas de los populares.
“Alberto Núñez Feijóo estuvo magnífico”, dice, y lo señala como la única opción para recuperar la igualdad. La oposición no servirá, por tanto, solo para fiscalizar la acción del Ejecutivo, sino para “trabajar una alternativa de Gobierno”.
“Estamos acostumbrados a ganarnos las victorias, siempre se nos exige más, pero el PP se ha erigido ya en el cauce para expresar el descontento contra Pedro Sánchez, como se ha comprobado en las manifestaciones convocadas”. “Y seguiremos siéndolo”, asegura.