El alcalde de Cádiz, Bruno García, ha tratado de exprimir al máximo las cuentas municipales en vigor, prorrogadas de 2022, en este primer tramo del mandato. En agosto, anunció que, de los 16,2 millones de euros del remanente liquidación correspondiente al pasado ejercicio, 8,2 millones se destinarían a vivienda pública y otro millón para el plan de reforma del parque municipal. Del resto, un millón de euros sirvió para costear la celebración de Sail GP; 240.000 euros, para la organización del South International Series Festival y otros 200.000 euros, para el mantenimiento de equipamientos culturales, como el Museo del Títere.
Y a finales de noviembre, el Pleno, en sesión extraordinaria, aprobó una nueva modificación de crédito por valor de casi 2,9 millones de euros para el edificio del Puntales La Paz, que no se pudo financiar con los fondos Edusi; las gradas del Campo Manuel Irirgoyen, la reparación de las cubiertas del Polideportivo El Náutico, la piscina de Astilleros, los pabellones de La Paz y Gadir, la reparación de los pilotes de los pantalanes del Centro Náutico Elcano y la compra e instalación de tres juegos de canastas para el Ciudad de Cádiz; la construcción de vivienda pública en los dos solares de San Juan Bautista de la Salle 2 y 17; y, finalmente, la segunda fase para la rehabilitación de los antiguos Depósitos de Tabaco.
El equipo de Gobierno ultima ahora los nuevos prepuestos, que no entrarán en vigor el próximo 1 de enero, como es preceptivo, pero sí estarán listos durante el primer mes del año. La intención del primer edil, según fuentes municipales, es, una vez cerrado el borrador, abrir una mesa de diálogo con la oposición para analizar coincidencias en las prioridades y conocer propuestas ante un posible de encaje de las mismas.
De partida, el alcalde establece como cuestiones innegociables un mayor esfuerzo en política social, compromiso adquirido en la campaña electoral y reiterado en su discurso de investidura, así como la vivienda y la generación de empleo, dos de los principales problemas que afronta desde hace décadas la ciudad y que pasa factura con una tendencia a la despoblación que, hasta el momento, se agrava y parece imparable.
Pero, a la espera de conocer los detalles presupuestarios, teniendo en cuenta que aún falta por concretar los ingresos que corresponden por la Participación de los Ingresos del Estado (PIE), VIVA CÁDIZ ha podido saber que las cuentas estarán condicionadas por un acusado incremento del capítulo uno.
El nuevo equipo de Gobierno tendrá que aumentar en diez millones, superando los 60 en total, destinados a la plantilla al asumir las mejores que llevaba aparejado el Acuerdo Regulador de Condiciones de Trabajo de los funcionarios, con un coste de más de 3,3 millones de euros, y las actualizaciones salariales contempladas recogidos en la Ley de Presupuestos Generales del Estado de los años 2022 y 2023, que no abonó el anterior equipo de Gobierno, con José María González, Kichi, al frente, y 2024.
Todo ello, sin incrementar la plantilla y asignando partidas para las nóminas de todas las plazas, aunque no estén ocupadas, dado que, hay que recordar, el Ayuntamiento pasó de 15 a 60 vacantes en ocho años. No obstante, el alcalde ha anunciado que se cubrirán la mitad y habrá que esperar a la liquidación para comprobar si este capítulo aporta al remanente.
