Manuel Domínguez Portilla, es chirigotero desde la infancia, autor desde hace muchos años de agrupaciones de la cantera y uno de los pilares de la chirigota de Manuel Santander.
¿Cuáles son las sensaciones de la chirigota tras el estreno?
–Buenísimas. Sabíamos lo que llevábamos y sabíamos que quizás de primeras a la gente le iba a impactar un poco por el cambio que hemos hecho, pero creemos que la chirigota va a ir entrando por pases y tiene largo recorrido.
¿Cómo ves este año la modalidad?
–La veo muy bien, hay cinco o seis chirigotas luchando para entrar en la final.
Se habla mucho de no cantarle a ciertos temas y la censura ¿Hay límites o sólo hay que saber tirar “la carguita gaditana”?
–Creo que se le puede y se le debe cantar a todo, pero con mucho arte, sin faltar al respeto y sabiendo decir las cosas. El Carnaval de Cádiz debe ser elegante.
Tras unos meses de ensayos algo complicados, ¿en algún momento la chirigota dudó en venir al concurso?
–Sinceramente lo pensamos, pusimos en una balanza los pros y los contras y al final ganaron los pros y aquí estamos, pero nos lo pensamos bastante por todo el jaleo que había formado, todo el ruido, y sabíamos que quizás podría perjudicarnos.
Este año llevas la responsabilidad de ser un poco la imagen del grupo durante el repertorio ¿Cómo lo has afrontado?
–No considero que yo sea la imagen de la chirigota, la verdad, no me considero eso. Manolín me pidió por favor que yo ocupara el lugar que él iba a ocupar cuando decidió no salir... y nada, yo lo he cogido sabiendo que nunca iba a poder igualar lo que él hace. Pero bueno, lo hice con mucho cariño y lo mejor que he podido. La verdad es que no me he visto todavía porque no me gusta verme.
¿Renunciar a vuestro estilo por obtener más y mejores premios o defenderlo sin obtener recompensa en el COAC?
–A nuestro estilo no vamos a renunciar, ya te digo que el pasodoble es sagrado para nosotros, como la última cuarteta, pero es cierto que hemos intentado darle un pequeño giro a la chirigota porque creemos que lo necesitábamos. No podíamos llegar al teatro con un tanguillo en la presentación, primero por la idea y luego porque llevamos muchos años y el público espera que le des cosas nuevas, sin olvidar de dónde venimos y quiénes somos.
Llevas varios años escribiendo agrupaciones de la cantera, ¿de qué salud crees que goza actualmente?
–La cantera goza de una salud que ahora mismo yo hace unos treinta años que no la recordaba, en infantiles, sobre todo. Se está trabajando muy bien desde la Asociación de la Cantera y poco a poco se van fomentando más grupos. Este año el incremente en grupos y la calidad ha sido brutal. Hay que seguir trabajando en la cantera, es el futuro, sin los niños no hay futuro. Estamos muy involucrados, formamos un buen equipo Tomate, Bola y yo, vamos a estar muchos años involucrados con la cantera.
¿Debería haber más carnavaleros involucrados con los más pequeños para fomentar el Carnaval?
–¿Yo quién soy para decirle a una persona lo que tiene que hacer? Me gustaría que hubiera más autores, sobre todo de renombre, involucrados en la cantera como hacen Jesús Bienvenido, José Juan Pastrana o en su día Manolín. Me gustaría, pero sé que quita muchísimo tiempo y es complicado.